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  La gran trayectoria de “Chito” García
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06 Noviembre 2021 Escrito por  Guillermo Urías EL VIGÍA

  La gran trayectoria de “Chito” García

 

Se ganó a pulso el mote, por la férrea disciplina que imponía, por la defensa que hacía de sus jugadores, al no permitir abusos de los directivos, cuya palabra era ley en aquellos tiempos del beisbol mexicano.

Vendría un año a dirigir a los Ostioneros de Guaymas, en la aún llamada Liga Sonora-Sinaloa, pero algo no le gustó con los directivos que les tiró con los arreos y se fue para jamás volver.
Fue la única ocasión que se vio a José Luis “Chito” García, dirigiendo un equipo en nuestra pelota invernal, pero fue un ícono en la dirección de los afamados Tigres de Alejo Peralta.

EL ALMIRANTE “CHITO” GARCÍA
¿Heeyyy hay que apurarse, a ver tú, qué te falta aquí, revisaste bien la Unidad de transporte, llantas, frenos, limpieza interior y exterior...? le dijo un malhumorado “Chito” García al operador del camión del equipo nuestro.
Si señor todo está al tiro, a lo hora que diga arrancamos… Bien, nos vamos en media hora, eran las 11 de la noche, nos cambiamos rápido y salimos a cenar algo, pues ya nos había anunciado que terminando el juego salíamos a Guadalajara para jugar la siguiente noche.
Que culpa tiene el pobre señor, de la chin…que nos dieron Los Broncos, nosotros somos los malos, si bien es cierto que de los cuatro juegos jugados en el parque “Adolfo López Mateos”, dos se deberían de haber ganado, el de esta noche principalmente, no justifica la acción hablada que tuvo con el operador.
Pues sí, tienes razón, esos tres en las bases sin out ya en el noveno, perdiendo 2 carreras a cero y no poder anotar, calienta a cualquier mánager, me comentó Jorge Fitch. Escuché a “Chito” la conversación que tenía con “alguien” en Puebla, donde él asumió la responsabilidad de los juegos que perdimos, parece ser, que lo llamaron para exigirle cuentas, terció en la plática nuestro receptor Luis Esma.
Lo más curioso del asunto, es que la gente nos seguía, en Reynosa tuvieron muy buenas asistencias, en Guadalajara la última ocasión que estuvimos allá registraron excelentes asistencias, con la diferencia que nuestro equipo navegaba en segundo lugar, ya nos habían desbancado los mismos Charros de Jalisco, ahora ellos eran los que marchaban en primero nosotros ya habíamos naufragado, en la mitad del roll oficial.
Ahora, estábamos jugando muy por debajo de .500 en el sótano, a dos juegos de Los Sultanes y de Los Tigres, que también andaban muy mal. Los tres primeros equipos del standing eran Reynosa y el México.
Era tanta la fama que nuestro equipo había acumulado en los primeros dos meses de competencia, que nos comparaban con aquellos milagrosos Mets, de Strawberry, Gooden, Keith Hernández, Carter McDonald Foster, Knight, Darling y todos aquellos grandes jugadores que tenían encendida la Liga Nacional en las Grandes Ligas en 1986.
Nosotros tuvimos un arranque de temporada increíble, estuvimos en primer lugar casi dos meses, por eso lo que nos pasó, todo lo lamentamos, nuestro equipo formado por mexicanos estaba dando la batalla, hasta que el agua agarró su nivel, así nos gritaban los jugadores contrarios desde los Dugouts.
De ahí pues, las reacciones de los fanáticos en los demás Parques de la liga. Iban a vernos jugar, daban las grandes asistencias y creían en nosotros. En el último juego que realizamos en Reynosa, hasta porra teníamos en las gradas repletas de aficionados. Les describiré las acciones de ese noveno inning. El mánager de Los Broncos, Luis “Tite” Arroyo, había sostenido a su estelar lanzador americano, el moreno Frank Barnes toda la ruta, haciendo estragos en nuestra ofensiva.
“Manuelillo” López inició el noveno con sencillo, Fitch siguió con otro, Ahí entró el mánager y sacó a Barnes y se trajo del bull pen al boricua Carmelo Aquino a lanzarle a “Zacatillo” Guerrero, quien fue golpeado en la mano derecha, al cuadrarse para tocar la bola, aquí “Chito” jugó conservadoramente, primero para buscar el empate, estando nosotros fuera de casa.
Con tres en las base sin out, venimos a batear su servidor, “El Avestruz” Rivera y Agustín Enríquez y a los tres nos sacó out. Terminó Aquino con un soberbio relevo, ante la ovación del numeroso público de esa noche.
La verdad duele mucho fallar en esas situaciones aparentemente fáciles para un bateador que se precia de batear lejos hacia los jardines, les diré que no era la primera vez que tenía el juego en mis manos, me sucedió en CDMX y Veracruz, afortunadamente en el primero lo ganamos, pasando desapercibida mi falla, en el segundo sí me dolió mucho, pues fui dominado en la misma situación que en Reynosa. Por eso, el mánager no tiene la culpa de que nosotros fallemos a la hora buena. Conociendo al almirante como reaccionaba, más sentía preocupación. Fui su cuarto bat, toda la temporada, tenía 18 jonrones, 80 carreras producidas, faltando 12 días para terminar la temporada. “Estos números para un bateador de tu categoría son malos para mí”, me dijo cierta noche antes de un juego en Veracruz, y esa misma noche bateé dos dobletes y un sencillo empujé 6 carreras, ganamos el juego, hasta lo expulsaron, pero me di tiempo para decirle en el lobby del hotel Prendes.
Oye “Chito” y ahora qué, se me quedó mirando fijamente, me tendió la mano y me dice a manera de broma estuviste en tu elemento, voy a tener que usar la misma estrategia contigo, lo que falta del roll oficial, era necesaria una sacudidita, aunque ya no le tiramos a nada.
En Guadalajara estábamos arribando a la puerta del hotel Morales, a las 11 de la mañana, en un viaje cansado y lento, pues llevábamos un solo operador y yo no pegué los ojos en todo el viaje, mirando la carretera, si es que le podíamos llamar así, y observando al operador que no se durmiera.
Salimos al parque Tecnológico a las 06:45, no practicaremos, nada más llegar y jugar; David, tú tienes la bola… David García, era nuestro mejor lanzador con 15 juegos ganados, le decían “El Loco” por sus continuos arrebatos contra los umpires y demás jugadores contrarios.
Llegamos al parque, había muy buena asistencia, figúrese, eran los líderes de la liga…El juego dio principio a la hora indicada, el umpire principal Francisco Alcaraz, recogió los line up y comenzamos.
El lanzador charro era Simón Betancourt, en gran año de 12 ganados. Nos colgó ceros hasta la quinta entrada, con dos hits y cero bases, venía en su noche; mientras nuestro lanzador García ya había permitido jonrón de Hendricks, doblete de Llenas, sencillo de Miñoso, para dos carreras. Abriendo la sexta “El Avestruz” Rivera bateó el tercer hit nuestro y fue doblete, después Agustín Enríquez lo trajo a jom con sencillo y nos pusimos 2 a 1 perdiendo.
Nuestro lanzador llegó al noveno inning sosteniendo el mismo score, enfrascado en un duelo de pitcheo con Betancourt.
Al abrir nuestra última oportunidad, Cancino abrió con sencillo, entra Garibay al terreno y lo saca de la acción, se trae a Juan Suby a relevar, quien estaba disfrutando de un gran año, 10 ganados y un bajo 2.54 de efectividad.
“El Caballo” Raúl Ochoa es el bateador y con poder; aquí, “Chito” García jugó muy arriesgado y ordenó un correr y batear y le resultó, bateo sencillo y adelantó a Cancino a tercera, sin out, hay un emergente por el lanzador García, el zurdo Carlos Murrieta, quien batea una sólida línea, pero a las manos de Mario Ramírez en segunda, nadie se movió, un out, Manuelillo López batea una fuerte rola a un lado del cojín de segunda, el short stop Méndez la atrapó muy cerca de la base un poco atrás, él mismo consumó el segundo out y tiró a primera, completando un increíble doble play…. Ganaron Los Charros, Betancourt, alejándose del México a 6 juegos, ya que anunciaron, por el sonido local, que habían perdido en CDMX. FIN.
Por esta razón están en primer lugar, el beisbol les da en cada juego, “Chito” García.
Méndez salvó el juego, ese batazo por segunda, era un hit, fue increíble, Garibay.
PD: Le piden en este mismo especio a don “Ronnie” que describa la trayectoria del gran Lorenzo “Carbonero” López, una de las máximas figuras de la pelota invernal patrullando los jardines y a quien han de recordar aficionados de la vieja guardia. Ahí está el reto, don “Ronnie”.