Juan arrastraba algunos padecimientos, los cuales se le incrementaron al final del año, pero no quiso amargar las celebraciones alusivas y escogió el día primero de enero, para despedirse, con la discreción de que él solo sabía hacer gala.
Juan, hermano de Fausto, otro gran apasionado del beisbol y tío de Jecsán, un chamaco todo talento que se mueve por la Liga “Clemente Grijalva”, nos dijo adiós.
La mañana de ayer recibió los honores de su comunidad beisbolera a la que tanto sirvió. Una sensible baja para nuestra pelota llanera.
Descanse en Paz.