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  Los temidos Pericos de 1964 y los squeeze-play de “Ronnie” Camacho
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07 Julio 2021 Escrito por  Guillermo Urías EL VIGÍA

  Los temidos Pericos de 1964 y los squeeze-play de “Ronnie” Camacho

 

El año de 1964, pintaba igual que el anterior, nuestro equipo se había embalado y era una sólida máquina de ganar juegos y lo mejor de todo, remontábamos ventajas en contra por más de 3 carreras y en los últimos innings, nuestros lanzadores iban todo el camino y cuando necesitábamos un relevo efectivo.

El viejo no lo pensaba y jalaba por los inicialistas y cuando se desgastaban en sus intervenciones, usaba a los relevistas a iniciar juegos, como a Juan Suby, Mauro Ruiz y Esteban Rivera, había ocasiones que entre los tres terminaban los juegos.
Nuestros inicialistas eran Miguel Sotelo, Andrés Ayón, Jiqui Moreno, Silverio Pérez y Florentino Rivera, “Estoy usando a 5, porque el desgaste que tuvieron Sotelo y Jiqui el año pasado, fue tremendo y ahora les quiero dar un respiro”, solía decir Castaño, cuando lo entrevistaban los medios, como íbamos en primer lugar, le preguntaban del roll de pitcheo, nos seguían de cerca, el México de Tomás Herrera, el Águila de Veracruz con el cubano Wilfredo Calviño y “Chito” García con Los Tigres de México.
Llegamos a Veracruz a una serie de 4 juegos muy importantes para ambos equipos, salimos de Puebla temprano y ya arriba de la “gua gua” (camión), el viejo me llama y me dice “siéntate aquí al lado, tengo un mal presentimiento en esta serie, estamos a dos juegos de ellos y no me siento muy conforme”.
“No me explico por qué me dice eso, están saliendo bien las cosas, se está bateando y nuestros lanzadores, ya ves, no fallaron, todos fueron las nueve entradas en esta serie pasada en casa”… “Sí, pero perdimos dos juegos que pudiéramos haber ganado, el de anoche por ejemplo”… “Oiga ‘Tony’, nos faltó el batazo a la hora buena, no lo dimos y perdimos”… “De acuerdo, pero ese parque de Veracruz es difícil para un equipo como el nuestro, que gana a metralla pura”.
“Bueno, pues entonces cambia de estrategia y juega diferente, por supuesto con la anuencia de usted y como dice Ángel Fernández en CDMX, cuando vamos para allá”. Llegaron los Pericos al Seguro Social y veremos batazos largos, a Castaño no le gusta jugar el beisbol “chico”, le dije y agregué: “Hazlo hoy con nosotros, Óscar, yo, ‘Moi’ y Morejón, manda jugadas de correr y batear y en un descuido uno que otro squeeze-play, sabemos tocar la pelota también y tú lo sabes, los de arriba, Urías Fitch y Zacatillo, saben hacer esas jugadas, prueba hoy, pero primero hay que ver quien lanzará por ellos, hay que partir de ese punto”.
“Que buena observación me diste, tienes razón, los juegos que perdimos en Puebla, los jugamos esperando el jonrón y no se nos dio”… “Es que me di cuenta y vale más poner el remedio rápido”… “Fíjate cabezón, que estás en la jugada”… “A poco cree que entre más juego, soy más pen…jo”, le dije sonriendo, me puso la mano sobre mi hombro. “Aquí en este negocio, la cabeza no es para usar la gorra, también se hizo para pensar”.
Y llegamos al bello puerto, con un clima sabrosón y medio nublado, eran los días de Semana Santa, así es que tendríamos muy buenas asistencias al parque veracruzano. Nos instalamos en el Hotel Emporio, que en aquellos años era uno de los mejores, todo tenía bueno, era un lugar muy cómodo y la comida de lo mejor.
“We are leaving at 5 o clock, to the ball park”, nos gritó en su inglés acubanado y Óscar se acercó a “Moi”, a Zacatillo, Fitch y nos dice. “El viejo está cab…n, ese inglés solamente él le entiende”… “Y no lo has escuchado cuando pide el desayuno, lo hace en inglés y los meseros se le quedan viendo” Le reviró Zacatillo.
A las 5 en punto, todos estábamos en la “gua gua” uniformados y enfilamos al ball park, (como decía “Tony”), entramos al vestidor amplio, por cierto, y el viejo agarró una silla y se sentó en medio de todos y dijo. “Oye Silverio tú mismo eres, hasta dónde puedas llegar, hoy quiero que atiendan muy bien las señas, jugaremos al ‘chaz con chaz’”… “Y eso qué ching..dos es ‘Tony’”, le preguntó “Moi” Camacho…“Qué vamos a jugar como los Tigres de Alejo Peralta, correr, tocar bola, squeeze play y si se atraviesa un jonrón, pues bienvenido, así es que busquen seña en la línea de coach, ahí estaré.”
“Alabao, sea el señor”, dijo Morejón, “ya me imagino a Óscar y a “Ronnie” ejecutando un squeeze play, sin embargo, estoy de acuerdo con la decisión tomada, no todo en éste equipo, es dar jonrones, hay que movernos por algo diferente, que nos motive más profundo, este es un gran equipo y se juega para ganar”, nos paramos todos y le aplaudimos a aquel gran jugador y mejor bateador cubano, así éramos nosotros.
Y antes de salir al campo, les dije a todos: “Hace unos años, Calviño era el mánager del México y yo jugaba con ellos, en Monterrey estando corredor en tercera y primera, con el empate embasado en la base inicial y sin out, el ‘Chero’ Mayer, se acercó a decirme en el círculo de espera, ‘ponte vivo, te mandarán squeeze play, si sale mal, échame la culpa a mí’, yo le dije que eras buen tocador de bola”.
Y la verdad, lo realicé, es más, a mí ni me sacaron, fue una sorpresa mayúscula, después de esa jugada, el “Chero” tocó la bola para avanzar y Becerril Fernández la puso a viajar y ganamos, ahora sí, vámonos al campo, que la danzonera está a todo lo que da y la asistencia muestra un lleno total. “Acere, me gusta bailar con esa danzonera,” dijo Andrés Ayón.
Iniciamos el juego, con el mismo line up, Urías, Fitch, Zacatillo, Óscar, “Ronnie”, “Moi”, Morejón, Cancino y Silverio Pérez, por el Águila, Ariosa, Becquer, Pinkston, Quintana, Camaleón, Friol, Carbonero, Jungla Salinas y Lázaro Gómez “Habichuela” lanzador Cubano excéntrico y con recursos.
Nos fuimos empatados a 0 carreras hasta el inning sexto, los dos lanzadores estaban echando lumbre, 2 hits de nosotros y 3 del Águila, sin bases por bolas, un auténtico juego de pelota, con pitcheo dominante, en el cierre del inning, Witty Quintana dio jonrón al izquierdo, el “Camaleón” y Friol batearon sencillos, el “Carbonero” avanzó con toque de bola, pero el “Jungla” fue ponchado y dejaron batear al pitcher que también fue ponchado, total un gran inning se convirtió en una carrera.
Llegamos al octavo abriendo Morejón con un doble al central Cancino tocó entre el pitcher y el primera y no lo sacaron, avanzando Morejón a tercera, el viejo pide tiempo y hay un bateador emergente por Silverio, entró la “Comadre” Gastélum a batear y con ese movimiento inmediatamente adivinamos la jugada de Castaño, buscaría un squeeze play, pues tenía en la banca a Rafael Alomar y respetado bateador de fuerza y Gastélum.
Tocaba muy bien la bola y sucedió lo que esperábamos, con dos bolas sin strike, se ejecutó la jugada, empatamos, después de eso, le caímos al cubano hablantín, Urías y Fitch dieron sencillos, Zacatillo tocó la bola y avanzó, pasaron a Óscar y yo empujé la del despegue con fly al izquierdo, vino “Moi” Camacho y la sacó del parque y nos fuimos arriba 5 a 1, entra Calviño a quitar al “Habichuela” bajo una sinfonía de silbidos, “Y ahora para queeeé lo quitas pend..jo”, le gritaban al mánager cubano.
El viejo se trajo a lanzar al gran Jiqui, sacando el octavo sin novedad, al iniciar el noveno y último inning, Cancino batea sencillo, Jiqui tocó la bola y avanzó, Alomar bateando de emergente por Urías fue out en fly profundo al izquierdo y Fitch roleteó a tercera. Vienen por el Águila Quintana, “Camaleón” y Friol, puro toletero pesado, Jiqui se fajó con Quintana y lo dominó en línea al short stop, el “Camaleón” y Friol batean sencillos, “Carbonero” López empuja una con sencillo, entra el viejo a ver a “Jiqui”, te dejaré a que lo termines, veo que te está llegando la recta.
Al “Jungla” lo ponchó con tres lanzamientos, entra un emergente por el lanzador Luis Malpica que había relevado al “Habichuela”, el bateador es Roberto Ortiz y lo domina en una línea que atrapó Morejón de cordón de zapato y se acabó el dramático juego. “Si esa bola pica, me da un infarto, qué manera de arriesgarse”… Castaño. (tomado del archivo de Martín García Espinoza).
El beisbol es de estrategias y un toque de bola con un cuarto bate en la caja de bateo es algo que muy pocos, pueden esperar, diría el profe Álvaro Valenzuela.