Las evidencias son elocuentes; el prolongado descanso de algunos equipos que fueron campeones divisionales los afectó; mientras otros jugaban los comodines, lo que daría paso a un estudio de grandes ligas, que podría determinar varios cambios en la próxima campaña.
Y es que pocos se explican el pobre rendimiento de los Dodgers de Los Angeles, que con sus 111 victorias en la campaña regular fueron eliminados por los Padres de San Diego en cuatro partidos, un equipo que quedó a 22 juegos de distancia de los angelinos.
Pero lo peor, los todavía campeones mundiales Bravos de Atlanta, eliminados por los increíbles Filis de Filadelfia, que ya estaban en ventaja en la serie de la Liga Nacional frente a los Padres de San Diego.
Los Astros de Houston eliminaron en tres juegos a los Marineros de Seattle, pero dos de sus triunfos fueron circunstanciales; mientras que los Yanquis de Nueva York hicieron la hombrada de dejar fuera a los Guardianes de Cleveland en un quinto encuentro, por lo que también se vieron desmerecidos en esta serie.
En definitiva, los comodines que no tuvieron descanso al terminar el rol regular, resultaron beneficiados con este formato que podría tener modificaciones para la próxima edición, pues no es parejo.
Los primeros en protestar fueron los ejecutivos de Dodgers de Los Angeles, una de las tres nóminas más altas de las grandes ligas, pro que por la inactividad perdieron el paso, rumbo y la posibilidad de ir a la disputa del título de la Liga Nacional.
Los Dodgers estaban llamados a la Serie Mundial, pero las nuevas normas y sistema los dejaron fuera y pugnan por un cambio inmediato en los esquemas clasificatorios.
Ni qué decir de los Bravos que pintaban para la defensa de su banderín con éxito, pero también se quedaron en el camino, si bien es cierto, en lo económico resultaron un éxito para los comodines.