Los Astros de Houston entrarán hoy al terreno de juego de su parque como amplios favoritos para adjudicarse la Serie Mundial de las grandes ligas de beisbol ante unos enrachados Filis de Filadelfia, el primero de un máximo de siete encuentros.
La gente de Dusty Baker, conocido entre la afición de la Liga Mexicana del Pacífico por haber jugado con los Yaquis de Ciudad Obregón, llega al llamado clásico de otoño luego de un barrido sobre los orgullosos Yanquis de Nueva York, quienes han perdido sus últimas cuatro apariciones en el campeonato de liga.
Con un repertorio de lanzadores casi perfecto, así como relevos intermedios ideales y un cerrador de polendas, los Astros parecen encaminados a conseguir su objetivo de apuntarse la Serie Mundial.
Pero los Filis, una franquicia nominalmente de muy bajo perfil, lo mismo que en el terreno de juego, al resultar el equipo con menos victorias de todos los participantes en las eliminatorias previas, desde los comodines a la fecha, han demostrado que pueden seguir siendo el equipo sorpresa de la temporada.
Su nómina no está no siquiera entre los primeros diez de grandes ligas, pero han soslayado el cheque grande por un gran corazón, sorprendiendo a propios y extraños que sea el equipo con más errores en su cuadro de todo el año y esté aquí.
Pero rol regular es una cosa y otra, Serie Mundial, por lo que han caminado lo suficiente para aspirar a un título, luego de muchos años de no llegar vivos a estas fechas.
Será el arma principal de este equipo, el estar en buena racha y jugar al beisbol de fundamentos y no deben ser menospreciados ante una franquicia de tanto nivel como la de los Astros, plagado precisamente, de astros por todos lados.