Se refería al de nombre Arturo, de 21 años, notificando que días antes lo había reportado por cometer daños a la vivienda, ya que no es la primera vez que lo hace, pero por temor no lo denunciaba.
Les solicitó que acudieran a su domicilio, ya que en esos momentos se encontraba acostado en uno de los cuartos, luego de quebrar objetos de la cocina y dañar la puerta posterior y que no le permitía que entrara.
Atendiendo la petición de Marcelo, de 66 años, los guardianes del orden llegaron a la vivienda, sin encontrar al presunto responsable de los hechos, diciendo vecinos que se retiró a fuerza de carrera por la parte posterior.
Fue a unos metros adelante donde se le encontró alterando el orden y al abordarlo le solicitaron que los acompañara a la Jefatura de Policía, aceptando de manera voluntaria abordar la patrulla.
En tanto al abuelo le dijeron acudiera al Departamento de Barandilla para asentar la denuncia en una de las fojas del libro y de esa manera poder actuar en consecuencia.
Se comprometió a hacerlo en el transcurso de las horas.