Trabajadores que pidieron el anonimato por temor a represalias, denunciaron que la empresa le atribuye a toda costa este tipo de delitos, cuando bien es sabido son cometidos por la delincuencia organizada.
Explicaron que cuando las tripulaciones de trenes terminan su jornada laboral, lo mismo las de patio o de caminos, dejan las locomotoras en donde las tienen que dejar, y entonces quedan bajo resguardo del personal de protección ferroviaria.
Por tanto, lo que ocurra cuando ellos terminan su jornada ya es responsabilidad de los guardias de seguridad, que para el caso no hacen bien su trabajo, y prueba de ello es que los robos de combustible persisten, señalaron.
Sin embargo, agregaron, la empresa persiste en acusarlos de ser los trabajadores quienes cometen los robos y les aplican castigos, que inician en investigaciones y terminan la mayoría de las veces con su baja.