El desconocido, al darse cuenta que había sido descubierto, emprendió la huida a fuerza de carrera por la avenida Revolución, en donde se perdió por la oscuridad en que se encuentra el lugar, deduciendo que brincó la barda de los ex talleres del ferrocarril.
Los guardianes del orden, asignados para la vigilancia en el sector, implementaron recorridos de vigilancia en el área con la finalidad de localizar y detener al presunto amante de lo ajeno.
Posteriormente, acudieron al negocio, ubicado entre calles Morelos y Niños Héroes para tomar nota, y se percataron que no presentaban daños las chapas de las puertas, ni las ventanas.
Al dialogar con personas que se encontraban en el sitio, dijeron que momentos antes habían visto a un sujeto de aspecto cholo rondando el lugar, pero un guardia de seguridad lo había retirado.
Otro de los testigos, que no quiso proporcionar su nombre, informó que el presunto amante de lo ajeno se había sentado a poca distancia del negocio, pero al ver al guardia hablando por teléfono se retiró de manera apresurada.