En recorrido por oficina de la comisaría de San Carlos se constató que el Bob Cat muestra ya los efectos de la humedad de la playa sin que se haya utilizado una sola vez.
El vehículo para retirar arena se encuentra sin cubrir con marcas por el salitre y sol aunque no se ha puesto en funcionamiento ni una sola vez.
En los interiores hay telarañas, lodo seco, los tapetes están cuarteados y los asientos mojados por la lluvia reciente.
Fueron adquiridos con fondo de 8 millones de pesos como parte del proyecto de la playa incluyente realizado en la administración de Sara Valle Dessens.
Por orden del órgano de control y evaluación gubernamental, el equipo y el espacio de playa no pueden ser usados hasta que concluyan investigaciones abiertas a partir de denuncias ciudadanas y del resultado de la glosa.
Según la contraloría local pudo haber sobre precio y otras irregularidades en la compra del equipo.
En la fiscalía anticorrupción también se investiga la obra según lo que comunicó la alcaldesa Karla Córdova González.
Después de casi once meses de investigaciones no hay resolución en ninguna de las instancias.