Por comerse dos piezas de pan y tratar de llevarse otras cuatro sin cubrir el pago, una persona de aspecto calle fue reportado a los agentes policíacos para que lo retiraran del centro comercial.
Salvador, sin domicilio fijo en la ciudad y originario del sur del Estado, es quien cometió la falta, ante eso la encargada del negocio no quiso que su personal interviniera ante el temor de resultar lesionados.
Uno de los clientes, al darse cuenta de lo que estaba sucediendo, abordó al presunto infractor de la ley, solicitándole que se retirara, ya que lo habían reportado a los guardianes del orden.
Al darse cuenta que el hombre no se encontraba bien de sus facultades mentales, le dio los panes y lo encaminó hasta la puerta principal, el hombre se retiró de manera apresurada diciéndole que se llamaba Salvador.
Solicitó a la responsable del negocio que no lo reportara a los policías, ya que el hombre tenía hambre por eso se le hizo fácil introducirse y agarrar el pan para luego salir sin pagar.
Dijo que durante años estuvo atendiendo este tipo de personas, ya que fue elemento de la Policía Municipal, ahora ya jubilado.
El hombre pagó el importe de los panes, aun diciéndole la gerencia que así estaba bien, dejando sin efecto el reporte.