Fue identificado como Rubén, de 21 años de edad, solicitando al propietario de la vivienda, dialogara con el presunto infractor de la Ley para que diera respuesta al comportamiento que tuvo e informara la procedencia de los rines.
Con la finalidad de tener problemas con las autoridades policíacas y evitar represalias con el joven, le solicitó que accediera al diálogo con los guardianes del orden, dando respuesta a las preguntas, sin salir del porche.
Les hizo saber que se dedica a la reparación de bicicletas y el par de rines que llevaba era para venderlos en la chatarrera, ya que no tenían compostura; además, necesitaba dinero para comprar piezas.
Agregó que tiene tiempo de estar trabajando en la reparación de los livianos vehículos, aceptando que al ver la unidad policíaca le dio miedo al dirigirse por donde caminaba.
Una vez que los guardianes del orden tuvieron conocimiento que no contaba con reportes se retiraron, continuando con los recorridos de vigilancia que les asignó la superioridad.