Gabriel, de 72 años de edad, con domicilio en la colonia Pesqueira, dijo que, ante la proximidad del tren, cruzó las vías de manera apresurada en Bellavista, por ello pisó mal y cayó en las piedras.
Fue apoyado por un joven, pero al caminar un poco empezó a sentir dolor, a lo que no dio, pero estando en su casa fue atendido por integrantes de su familia, quienes se dieron cuenta que la rodilla estaba inflamada.
No quiso que lo trasladaran al hospital diciendo que con hielo se le bajaría lo inflamado; además, en ambas manos traía raspones, ya que para no golpearse la cara metió las manos.
En cuanto a lo que le había pasado informó que regresaba del centro y al llegar crucero se dio cuenta que venía el tren, por ello corrió un poco para pasar, pero estando al otro lado, de pronto pisó mal y perdió el equilibrio.
Al darse cuenta el joven que viajaba en una bicicleta acudió para levantarlo, enseguida se retiró haciendo lo mismo el lesionado.