Las universidades en China enviaron a los estudiantes a casa y la policía se desplegó en Beijing y Shanghái para evitar más conflictos después de que miles de personas protestan por las severas restricciones de la política "cero covid-19", donde piden la renuncia del líder Xi Jinping.
Las autoridades enviaron en autobuses y aviones directamente a los estudiantes para regresarlos a sus casas. Los centros educativos dijeron que todas las clases y los exámenes finales se realizarían en línea.
Las autoridades del politburó aliviaron algunos controles tras las manifestaciones en al menos nueve ciudades, entre ellas Hong Kong, pero dijeron que se mantendrán apegadas a la estrategia que fue alabada a inicios de la pandemia de Covid-19, pero que ahora genera protestas contra el régimen. Las fuerzas de seguridad han detenido a un número indeterminado de personas y han intensificado la vigilancia.
Los líderes chinos desconfían de las universidades, que han sido focos de activismo, incluidas las protestas de Tiananmen de 1989. Algunos prevén que esta política provoca que los estudiantes impidan reunirse para manifestarse contra el gobierno. La policía parecía estar tratando de mantener su represión fuera de la vista, posiblemente para evitar llamar la atención sobre la magnitud de las protestas o alentar a otros.
El vasto aparato de censura en línea del partido gobernante eliminó videos y publicaciones en las redes sociales chinas sobre las protestas. Mientras tanto, el gobierno británico convocó al embajador de China como protesta por el arresto y la golpiza de un camarógrafo de la BBC en Shanghái.
En Shanghái, la policía detuvo a peatones y revisó sus teléfonos durante las protestas del lunes por la noche, según testigos en declaraciones con las agencias, posiblemente buscando aplicaciones -como Twitter- que están prohibidas en China o imágenes de protestas.
En Beijing, la policía visitó el lunes a un residente que asistió a una protesta la noche anterior, según un amigo que se negó a ser identificado por temor a represalias. Dijo que la policía interrogó al residente y le advirtió que no fuera a más protestas.
La tolerancia pública a las fuertes restricciones sociales en China se ha erosionado, ya que algunas personas confinadas en sus hogares dijeron que tenían dificultades para acceder a alimentos y medicamentos.
El Partido Comunista Chino prometió el mes pasado reducir las interrupciones, pero un aumento en las infecciones ha llevado a las ciudades a endurecer los controles. Incluso prometió seguir avanzando en la vacunación contra el Covid-19 en adultos mayores.
Las protestas durante el fin de semana fueron provocadas por la ira por la muerte de al menos 10 personas en un incendio en el lejano oeste de China la semana pasada, lo que provocó airadas preguntas en línea sobre si los controles antivirus bloquearon a los bomberos o las víctimas que intentaban escapar.