El presidente de la Asociación de Citricultores del valle de San José dijo que no obstante se debe fijar un precio tope al consumidor, pues no es justo que mientras el productor oferte la naranja en siete pesos kilogramos, en supermercados se esté cotizando hasta en 30 pesos, tres veces más del costo de salida del árbol.
Precisó que el intermediarismo se está aprovechando de la situación, aunque regularmente tienen una clientela cautiva, lo mismo para colocar en el mercado local, como en el mercado de Guadalajara, Jalisco, que ha sido recurrente durante los últimos años.
Álvarez Sánchez precisó que la primera especie en salir es la llamada “de ombligo”, luego sigue la Regional que también es tempranera, también la Mimeola, para terminar entre mayo y junio con la Valencia.
Admitió que la apertura de los mercados internacionales permite lograr una mejor comercialización, pero será determinante el comportamiento del clima de noviembre a marzo, pues el frío permite lograr una mejor presentación al fruto, además de incrementar sus grados brix de azúcares.
Al margen de lo anterior, la cosecha de naranja es factor de mejoría económica global, pues se utiliza mano de obra regional en su proceso de corte.