Horas más tarde la mujer apareció a salvo, pero no se dio a conocer públicamente que había ocurrido con ella.
La comunidad molesta pedía una explicación a la familia a fin de deslindar al taxista, la central aseguró que demandará por daños y amenazas y el gremio se encuentra molesto porque esta situación de miedo (posiblemente derivado del caso de Debanhi Escobar en el estado de Nuevo León) termina poniendo en duda la ética de todos los taxistas.
“Sí me enteré de eso que pasó, a cualquier compañero le puede pasar. Ahí no tuvo nada que ver el taxista sino que la persona iba para un lado y no llegó y se bajó en otra parte, no era culpa del taxista, cuando piden que los dejemos en lugares oscuros uno dice: ¿aquí se va a quedar?, pero es decisión dejarlos donde ellos quieran, si es un lugar oscuro y solo se nos hace raro, pero no podemos negarnos, es decisión de ellos, el problema es que si les pasa algo se van contra el último que la movió”, dijo Eleazar.
Los taxistas de Guaymas han descartado realizar manifestaciones fuertes sobre ese caso, en virtud de que la empresa lo enfrentará por la vía legal, pero la mañana del domingo 1 de mayo, en el último contingente del desfile conmemorativo al Día del Trabajo, circularon automóviles de la central señalada en apoyo a todos los operadores que laboran expuestos a riesgos provocados por pasajeros imprudentes o la delincuencia organizada.
Álvaro Guardado Valenzuela, líder del Sindicato Único de Operadores de Transporte, señaló que, con la escalada de delitos de alto impacto, los choferes se han vuelto mucho más cautelosos al decidir a qué personas suben o no, y valoran el aspecto que tengan.
En el caso ocurrido con la jovencita no imaginaron que ella fuera un pasaje que terminaría en señalamiento de secuestro, y comentó que “si el chofer no hubiera corrido lo hubieran medio matado“, el día que el padre de la muchacha fue a reclamar violentamente en las oficinas de la central, ubicadas en el sector Las Colinas.
“Fue injustamente señalado, el secuestro por parte del taxista nunca fue cierto, lo malo de aquí es que nosotros estamos en riesgo constante porque este es un servicio público, la integridad del usuario es cuando abordas el vehículo, cuando ya bajaron del carro no es responsabilidad nuestra, confundieron las cosas estas gentes, agredieron las oficinas, hubo delitos de alto impacto, amenazas de muerte y tuvimos que pedir apoyo de la Fiscalía y no vamos a parar, porque no es posible que este gremio está trabajando lícitamente y de repente lo amenacen de muerte”, dijo.
Cabe mencionar que en enero de 2021, amagados por presuntos delincuentes, los taxistas de todas las centrales de Guaymas y Empalme se vieron obligados a retirar los polarizados de los vidrios de las unidades, y uno de ellos terminó con una fuerte crisis nerviosa cuando los pasajeros (hombre y mujer) lo obligaron a conducir hasta un lugar alejado, lo asaltaron e incendiaron su taxi con la advertencia de que “tenía los cristales polarizados”.