La diferencia es que a decir de su familia la ayuda humanitaria le ha pasado por enfrente y nomás no le llega.
Tiene más de 70 años, recién sufrió el dolor de perder a su hija Érika y ahora gran parte de su patrimonio se fue con el agua.
Refrigerador, estufa, camas, sillones, televisiones, artículos de cocina, todo se le mojó y no sirve.
Ella sigue en su casa ubicada junto al Six de Bellavista rodeada de trastes y artículos de cocina que pudo rescatar de la inundación y como no pide nada, poco le han donado a la humilde anciana.
El Gobierno Municipal ha desplegado un contingente de apoyo a las familias damnificadas con entrega de despensas, material de higiene personal y limpieza.
Es lo único que le llegó a la señora un día y después todo ha sido limpieza y retiro de lodo de su casa para cuantificar sus pérdidas.
De lo que la familia ha visto, la señora tuvo pérdida total de muebles y su casa presenta daño por humedad, por lo que requerirá reparación.
Sus seres queridos la han apoyado esta semana, pero con poco comparado con la gran necesidad que dejó la lluvia del Monzón Mexicano en la colonia.
La familia de Margarita elevó la voz para pedirles a las autoridades que sean cuidadosos para elaborar el censo de afectados para no dejar a gente sin ayuda.