Apenas se puede creer que en esta época con un gobierno cuya bandera es la sensibilidad existan mujeres en peligro, con hemorragias constantes por retrasos en la programación de cirugías solo por procesos administrativos que pueden resolverse.
Y no es un rezado de semanas o meses, hay pacientes que han esperado años para una operación urgente con todas las consecuencias de salud que se generan por una negligencia derivada tal vez de la falta de herramientas o de personal.
Por la razón que sea, para atender esa problemática existe un área de trabajo social que no funciona, hay directivos que prefieren rendirle pleitesía a sus superiores que hacer gestiones para apoyar a la derechohabiencia con lo que lejos de ser factor para solucionar situación de rezago se convierten en verdugos de personas enfermas hacia quienes no hay consideración así que pensar en que la respuesta a esa problemática es la construcción de un hospital de especialidades es equivocado.
En el IMSS falta todo, claro que urge un nuevo espacio, especialistas, medicamentos, pero nada de eso se va a reflejar en un mejor servicio si no hay humanidad. Es en eso en lo que deben trabajar autoridades de salud, en la promoción de mejores prácticas que redunden en trato digno y en más sensibilidad de parte de personal y de directivos que a veces olvidan que su función es apoyar a personas enfermas.