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EL DEDO
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19 Abril 2022 Escrito por  Karla Montaño EL VIGIA

EL DEDO

Con buenas intenciones no se gobierna.

Para construir una administración sólida se necesita mucho más que voluntad, hay que tener la capacidad de tomar decisiones acertadas, proyectar, planear, producir, desarrollar y consolidar resultados en cada área de la compleja estructura municipal y todo eso, con pocos recursos.

Karla Córdova lo tenía claro por eso dejó fuera de su equipo a los típicos políticos busca espacios y llamó a colaborar a catedráticos, profesionistas, gente con perfil adecuado en cada dependencia en las que diseñó mecanismos de control que evitan corrupción y permiten evaluar el desempeño.

En términos generales la forma de trabajo le ha funcionado a la doctora en lo cotidiano con una mejora notable en algunos servicios, optimización del presupuesto y todo el apoyo del gobierno federal y estatal gracias a su habilidad política.

Faltaba que el equipo superara pruebas como la del operativo de Semana Santa y hasta ahí llegó la suma de éxitos con un fracaso evidente en la estrategia de prevención que pusieron al descubierto una serie de fallas internas urgentes de resolver porque los resultados son de principiantes.

Con todo el tiempo del mundo para planificar, los responsables de la operatividad no tuvieron el ingenio ni para contar el número de visitantes, no midieron las limitantes de personal ni supieron reaccionar rápido ante los problemas de organización que se presentaron y las consecuencias las pagó la imagen del destino que ahora destaca por las riñas, los destrozos y quejas de prestadores de servicios.

Cuantificados los daños, empieza la etapa de rendición de cuentas y pareciera que la parte más débil de este gobierno está en Tránsito Municipal, en la Coordinación de Jueces Calificadores, en la Dirección de Policía y en la Comisaría de San Carlos, con tres funcionarios polémicos por sus acciones, cuestionados por sus constantes errores y limitados en capacidad, tanto que alguno de ellos ni debiera estar ya al frente de la encomienda que les confirió el Ayuntamiento.

Pero como van comenzando y el cuerpo de regidores es poco exigente, tal vez les dé una oportunidad que más vale aprovechen con trabajo útil que se refleje en las calles donde todos los días pasa lo mismo que en San Carlos durante vacaciones: la vialidad es un desorden, hay muertos, lesionados, pocos cumplen la Ley y nadie la aplica.

Hay corrupción en cobros indebidos por multas que no se reflejan, la incidencia delictiva no baja y en el polo turístico cada fin de semana impera el caos.

Eso se tiene que acabar ya, es fácil, basta con promover acciones firmes, que esos funcionarios hagan suyo el mensaje de honestidad de la Alcaldesa y que superen la etapa del aprendizaje para comportarse como verdaderos servidores públicos, no con figuras decorativas caras y poco funcionales.