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“WALO” RIVERA El beisbol es mi vida
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28 Noviembre 2022 Escrito por  Hugo Vela Rivera EL VIGÍA

“WALO” RIVERA El beisbol es mi vida

Eduardo Rivera sigue, a sus setenta años, instruyendo a jóvenes peloteros; ahora, en Chihuahua capital. El pelotero empalmense estuvo con los Indios de Juárez en el campeonato de 1982.

Hablar con Eduardo “Walo” Rivera es meterte completamente de lleno al beisbol, este deporte para el ex receptor de los Ostioneros de Guaymas y uno de los mejores en su época, es su vida, su complemento, lo suda, lo vive, lo sueña, lo traspira y en la actualidad también lo transmite.
Hace 50 años inició la travesía del beisbol profesional para Eduardo Rivera Arballo, el último de diez hijos procreados por Lorenzo Rivera Macías y Mercedes Arballo Reyes, que fueron seis mujeres y cuatro hombres, los cuales tuvieron facultades todos, pero solo Eduardo y Domingo fuero los peloteros profesionales.
Y como Domingo fue el más grande de ellos y el primero en irse al profesionalismo, fue él quien mandó a Eduardo a los Pericos de Puebla en 1972, a quienes perteneció hasta el ’74, pero ese mismo año fue a Estados Unidos, trabajando en la Rookie League con los Filis de Philadelphia y con los Mets de Nueva York.


“Lo duro que estaba en ese entonces el jugar en Estados Unidos para un mexicano o un negro era difícil, tenías que ser superdotado, pero no importa, mis mejores momentos fueron en México”, apunta el receptor empalmense.
Después pasó por muchos equipos, Tabasco, Saltillo, Córdova, Chihuahua y, de ahí, en 1981 cuando se hizo la huelga y la Asociación Nacional de Beisbol (Anabe) fue participe de ese movimiento y estuvo con los Alacranes de Durango.
Luego de que no funcionó ese movimiento, tuvo que pedir perdón a la Liga Mexicana de Verano para volver y regresó con mucha experiencia, con mejoría en su beisbol y lo coronó con un campeonato en 1982 con los Indios de Ciudad Juárez y subcampeón dos temporadas más, el ‘83 y ’84, desgraciadamente ese año se lastimó el hombro y ya no pudo recuperarse al cien por ciento, batallando los siguientes años, hasta que se retiró en 1990 en la Liga Norte con un campeonato en Magdalena, con los populares Membrilleros.

EN INVIERNO
En la Liga Mexicana del Pacífico también tuvo grandes actuaciones y más recordado con los Ostioneros de Guaymas por la afición local, pero con Mayos de Navojoa también vivió grandes momentos, entre ellos un subcampeonato.
Como datos extraordinarios de su manera de jugar, se recuerda que se subía hasta el back stop el estadio “Abelardo L. Rodríguez”, su brazo era temido por los corredores, aún los ligamayoristas.
Uno de ellos Mike Felder vino en 1982 con Ciudad Obregón, donde Lee Sigman trabajaba y era scout de los Cerveceros de Milwakee y se trajo a ese gran robador de bases, pero al querer llegar al robo de base número 16 o 17 consecutivo, fue puesto fuera por el gran “Walo” Rivera.
Recuerdo que Sigman alegó muchísimo, comenta Rivera Arballo, pero estaba en la loma de los disparos Héctor “Conejo” Díaz, con un movimiento lento, pero corto y lo sacamos de calle y no nos pudo robar bases; también el que tuvo récord de bases robadas en Ligas Mayores, Rickey Henderson fue su víctima cuando jugaba con Navojoa.
Con Mexicali en 1985-1986, “Walo” Rivera fue principal actor del primer campeonato de los Águilas, ahí estuvo con Jessie Baez detrás de la goma y algunos lanzadores, sobre todos los zurdos como Cecilio Ruiz, Sid Monge, quien solo quería que él le hiciera bullpen o le recibiera los lanzamientos.
Teníamos un gran equipo, comenta Eduardo Rivera, jugábamos fácil y teníamos un gran mánager.
Tuvo una época donde no trabajó en el beisbol, se fue a Estados Unidos, trabajó de contratista en la CFE en Guaymas apoyado por el ingeniero “Rokan” Pérez Ascolani, hasta que lo rescató Alfonso “Houston” Jiménez y se fue de coach con Saraperos de Saltillo y de ahí no ha parado de estar trabajando con prospectos o con talentos ya realizados, mejorando al pitcheo, al catcheo, adelantando jugadas y llevar el pitcheo.
Y hoy en día sigue hablando de beisbol, no aparenta su edad, todavía trabaja con pesas, corre, hace ejercicio, lanza y a veces hasta catchea para demostrar cómo se hacen las cosas, pero enseñar ya es lo de él.
Ha estado trabajando en el estatal de Chihuahua, una especia de Liga Semiprofesional, siendo campeón como coach-entrenador con Manzaneros de Cuauhtémoc, subcampeón con Indios de Ciudad Juárez y desde hace tres años, incluida la pandemia con los Dorados de Chihuahua, a los que ya manejó.

ENSEÑAR ES LO MEJOR
Enseñar beisbol es para mí lo mejor de la vida, pues puedo transmitir mis conocimientos, a quienes no saben nada iniciarlos, a los que ya saben repasar y eliminar posibles defectos o errores, mi vida es y será el beisbol, quiero terminar mi vida en un campo de beisbol y desde muy chico mi laboratorio para conocer movimientos más perfectos es mi propio cuerpo y lo mantengo en forma todo el tiempo, para ser un ejemplo.
En estos momentos se encuentra desarrollando talento en los terrenos de juego en Chihuahua capital, con jóvenes que quieren aprender tanto la receptoría, como el bateo y el juego del beisbol en general.
Cabe señalar que Eduardo “Walo” Rivera también participó y ganó algunos duelos en boxeo, pero “Duelen más los golpes en el box”, por ello se decidió por el beisbol, teniendo varias peleas en el Gimnasio Municipal, hoy de la Secundaria Benito Juárez.