Lo que pudo ser una vida sana se truncó por negligencia médica y la pequeña Natalia fue condenada a morir desde su nacimiento.
A pesar de las adversidades y contra pronósticos médicos, la niña guaymense vivió siete años hasta el fin de semana, que libró su última batalla.
Natalia falleció en el hospital Chávez del Isssteson por complicaciones propias de enfermedad provocada por negligencia médica, según consta en expediente penal y administrativo.
Hace siete años, la mamá de la infante iba a dar a luz después de proceso de gestación normal sin antecedentes de riesgo.
Su atención se demoró en la clínica del Isssteson de Guaymas y eso provocó problemas de salud graves e irreversibles en la bebé.
Natalia vivió postrada en cama siempre, pero rodeada de amor de sus padres, abuelos y familiares.
En sus siete años de vida, la niña superó diversas crisis, estuvo hospitalizada en múltiples ocasiones, mientras la familia peleaba por hacer justicia.
Su caso generó la inhabilitación de tres trabajadores de la Salud y sigue en proceso en el Isssteson y en el Fuero Común.
Hasta este día, no ha habido justicia para la pequeña guerrera que dejó de existir por negligencia médica. Q. E. P. D.