A tres días de entregar la presidencia de la agrupación y al hacer un balance de su labor en pro del sector, Escobar Avendaño manifestó que le tocó la peor parte en cuanto a la sequía y la pandemia, aunado a los nuños apoyos por parte de los gobiernos estatal y federal, a pesar de que estaban enterados de la grave sequía que se aproximaba.
Si alguien tiene información privilegiada, es el gobierno federal y en la elaboración del presupuesto 2018-19 ya se sabían los alcances la sequía que se avecinaba y aun así se recortó al 50 por ciento el presupuesto orientado al sector pecuario, lo que generó un desequilibrio financiero entre quienes no pudieron enfrentar el problema.
El 40 por ciento del hato murió por la sequía, por la falta de pastizales y creo que más del diez por ciento realizó ventas de pánico, antes que perder su patrimonio, a pesar que de cualquier forma tuvo grandes pérdidas.
En resumidas cuentas, precisó que es muy poco lo que se tiene en cuanto a logros en este período que estuvo al frente de La Ganadera, donde sólo basados en la unidad pudieron salir sin más pérdidas, pues las cosas pintaban peores.
Este año pinta mejor, luego de las buenas lluvias de noviembre y diciembre, aunque a pesar de que los pronósticos han sido favorables para enero y esta parte de febrero, no se ha registrado lluvia alguna.
Sin embargo, la perspectiva es otra, de acuerdo al comportamiento de los dos últimos años, pues hay recurso natural en el campo para la sobrevivencia de los animales y los mercados nacional e internacional se han mantenido rentables.
Hay confianza en que este ciclo las cosas serán distintas y que el estiaje será menos duro, señaló Escobar Avendaño.