Para el juez del Consejo Mundial de Boxeo, Jimmy García Camacho, el asunto de la revancha entre el ruso Bivol y el “Canelo” Álvarez, sería algo solo comercial, que arrojaría muchos millones de dólares a ambos peleadores, pero el resultado sería el mismo.
Destaca el ex peleador y hoy juez del prestigiado organismo boxístico en el mundo, hay cosas como la naturaleza y con eso, no se puede jugar.
A la hora de la pelea, fueron al menos ocho kilos de diferencia a favor del ruso, pero además, de mucho mayor alcance; estatura y brazos que fueron veneno puro para el mexicano.
El viejo axioma de que un peleador chico no le gana al grande, quedó evidenciado una vez más, como en aquella pelea entre el cubano nacionalizado mexicano José Ángel “Mantequilla” Nápoles y el argentino Carlos Monzón.
“Canelo” se vio agotado desde el octavo round, no podía los brazos, cargó al ruso y sus golpes no tuvieron los efectos de cuando peleó en su división.
Como espectáculo deportivo, la revancha no tiene sentido, pero como negocio generará enorme bolsa a ambos púgiles, pues son de estilo comercial.
Para Edrulfo Castillo, conocedor del “Canelo” Álvarez, desde que era peso minimosca, ni el zurdo Ramírez podría en estos momentos con Bivol, pero cree que primero será esta pelea y luego la revancha con el jalisciense.
Ramírez es un peso semicompleto chico, de sólida estructura, alcance similar al del ruso, pero este saldría con el brazo en alto.
El experimentado promotor nativo de Guaymas y avecindado en La Paz, Baja California Sur, el “Canelo” debe seguir en su división, pues con la naturaleza no se puede jugar.
“No va a crecer en estatura, en alcance, su pegada ya no será más fuerte, por ello debe seguir haciendo millones de dólares como peso medio”, dijo.
Sus golpes no movieron a Bivol, se vio lento, cansado, jalando aire apeas transcurrida media pelea, no es para una división como los semicompletos.
Definitivamente, para la época que le tocó, es un buen peleador, ha enfrentado a lo mejor y él no tiene la culpa de los resultados; es un peleador de mucha disciplina, muy ordenado, pero eso no cambió las cosas, expuso Castillo.