Sobre el juego perfecto de Vicente Romo Navarro, aquella fría mañana de principios de enero en el “Abelardo L. Rodríguez”, nadie recuerda que haya estado a punto de perder la joya sobre la loma de los disparos.
Si acaso, de un error de determinado jugador de cuadro, con lo que solo se quedaron en un sin hit ni carrera y blanqueada o de que con un atrapadón salvaron la hazaña.
Fue el caso de Byron McLauhglin, de los Marineros de Guaymas, frente a los Venados de Mazatlán, en el mismo “Abelardo L. Rodríguez” y cuyo error de Jesús Sommeres, guaymense para variar, lo privó del juego perfecto, pero no del sin hit ni carrera.
Cuando Eleno Cuén lo hizo por Guaymas contra los Algodoneros, allá en Guasave, fue una sensacional atrapada de Jesús Sommers, lo que evitó que perdiera el sin hit ni carrera.
Por eso, en n el beisbol no hay garantía de nada...29 de diciembre 1988 en Culiacán, el juarense Jaime Orozco lanzaba por Tomateros ante Naranjeros...novena entrada 1-0 favor de la causa guinda y ya se olía el juego perfecto...vino el emergente Rosario Zambrano a batear una ínfima raya por los terrenos de la segunda base...no estaba el guante seguro del "pimienta" Morales cubriendo...en su lugar estaba Adulfo Camacho... tomó la pelota y lanzó alto obligando a saltar al primera base... por un instante de separación entre pies y colchoneta el corredor llegó safe...error... aún quedaba el sin hit, la blanqueada y el triunfo...pero Jaime Orozco ya estaba tocado...vino primero la base por bolas a Cornelio García, luego Sergio Hugo Vizcarra rompió el consuelo del sin hit con un home-run (el único que dio en toda la temporada)... 3-1 arriba Naranjeros y Jaime Orozco saliendo de la loma hecho un energúmeno lanzando con furia su guante hacia las gradas mientras derribaba todo a su paso por el dugout...y el juego se perdió.