Primer juego de la temporada de la Liga del Taco, que veo este año. Soy poco afín al circuito beisbolero, pues a la par está grandes ligas y sin pecar de malinchista, la diferencia es abismal. Es más, prefiero un partido de la llamada Liga de El Soplete, de San José de Guaymas.
Y Hay varios motivos.
El primero es que van a ver beisbol, no a bailar.
El segundo es que estaban viendo un partidazo y ponerse a bailar es una mentada de mad… al beisbol. Dos equipos que se entregan en cada jugada, que exponen el físico para agradar a su fans no merecen que los aficionados les den la espalda para bailar el Payaso de Rodeo.
El tercero. Estaban en Estados Unidos. La cultura es diferente. Si tú pagas un boleto para ver beisbol, quieres estar cómodo en tu butaca sin que el vecino de al lado esté bailando, gritando o embriagándose. El respeto al vecino es algo que se lleva al pie de la letra en el país vecino. Aquí, si te quejas del vecino borracho corres el riego de que te corran a ti "por amargado".
El cuarto. Porque en México entendieron mal el concepto de "ambiente". Una cosa es que en la explanada haya grupos musicales y otra que entre lanzamiento y lanzamiento pongan música a todo volumen, distrayendo al pelotero, al ampáyer, al aficionado normal y hasta el cronista.
La fiesta no es mala, malos son los que no entienden los límites entre fiesta y beisbol, el beisbol no es complemento de la fiesta, el beisbol es la razón de estar allí y, en efecto, se necesita fiesta para atraer nuevos aficionados, pero sin ahuyentar a los que ya estaban.
Cuando los Ostioneros de Guaymas estaban en sus meras nadadas en la Liga Mexicana del Pacífico, creo que no había mejor ambiente en toda la Costa del Pacífico, que el del “Abelardo L. Rodríguez”, un parque al que apenas le cabían seis mil aficionados, Pero hacían ruido como por veinte mil.
Qué manera de disfrutar el Rey de los Deportes.
13 Julio 2022
Escrito por
Guillermo Urías EL VIGÍA
Los detalles del Rey de los Deportes
Mientras miraba el juego, mucha gente asistió al Uni Trade Stadium de Laredo, Texas, no se paraba a bailar cuando en el sonido local ponían música durante el juego entre Sultanes y Tecolotes.
Deja un comentario
Asegúrate de llenar la información requerida marcada con (*). No está permitido el Código HTML. Tu dirección de correo NO será publicada.