El primer juego para Joey en el beisbol profesional mexicano fue el 12 de noviembre de 2013 en la LMP, con los Tomateros de Culiacán, en el entonces estadio “Ángel Flores” y como corredor emergente.
Esa oportunidad se la dio el puertorriqueño Lino Rivera, entonces mánager guinda, convencido de aquel flaco de 21 años era una estrella en ciernes, pese a que en la pretemporada no había hecho el equipo, por lo que se refugió en la Primera Fuerza Nocturna con Deportivo JEMP para no perder ritmo.
Yo lo debuté allá en Culiacán; era como un volcán a punto de estallar. Desde el primer día les dije a todos que sería un tremendo pelotero porque me demostró que era un bateador de right-center.
En ese tiempo él pertenecía a Atlanta Braves, así que empecé a hablar mucho con el mismo Robinson Cancel, quien trabajaba para Bravos, me encantó lo que mirábamos en Joey y empecé a darle oportunidades, recuerda desde Puerto Rico.
Rivera aclara que, naturalmente, había quienes no creían que estuviera listo el muchacho guiado principalmente por su forma (física).
Pero de inmediato los convencí, y es que en ese tiempo yo lo comparaba con Edgar Martínez, (Salón de la Fama 2019) por la fuerza que daba sus batazos hacia la banda contraria. Eso me llamó mucho la atención, agrega.
Cabe señalar que el primer turno de Meneses en la Mex-Pac fue dos días después, ante Navojoa, un juego en que también empezó como corredor emergente (por Emmanuel Valdez y en la 8va. entrada le tocó batear.
¿El resultado? Un doblete al derecho con las bases llenas ante el diestro Andrew Russell. Entraron tres carreras.
Su bat siempre fue bueno y en ese entonces ningún otro pelotero del equipo tenía la habilidad del muchacho para darle con esa fuerza hacia el jardín derecho-central.
Le decía al gerente Ray Padilla, que ojalá todos fueran como Joey y me da enorme gusto verlo triunfando en Washington, porque además es muy buena persona, finaliza.