Dicen que no hay mejor equipo que el que se enracha, al que todo le sale bien, incluso los errores.
Del otro lado, una franquicia bien estructurada, por la que no se asoma ni un hueco y en la estrategia el ex yaqui de Ciudad Obregón, Dusty Baker, con el poderoso equipo los Astros de Houston.
Esto es lo que proyecta la Serie Mundial, el máximo espectáculo de las Ligas Mayores de Beisbol, entre los Filis de Filadelfia, campeones de la Liga Nacional, y los Astros de Houston, de la Liga Americana.
Astros de Houston conforman una de las cinco franquicias más costosas de grandes ligas; mientras que sus adversarios, apenas se mueven entre las primeras quince.
Un equipo que como el de los Astros consiguió más de cien victorias, contra la peor marca de todos los involucrados en toda la ronda eliminatoria, desde los comodines,
Pero los de Filadelfia sorprendieron a propios y extraños, a los expertos en el llamado Rey de los Deportes y eliminaron a tres campeones divisionales, incluso a los todavía campeones mundiales Bravos de Atlanta.
Hasta llegar ante los poderosos y orgullosos Yanquis, a quienes barrieron en cuatro partidos, para quedarse en el camino por quinto año consecutivo en la lucha por el banderín de la Liga Americana y ver cumplidos trece años consecutivos, sin ostentar un banderín.
Parece tener todo Houston para llevarse el título ante uno de los peores equipos defensivos, con solo tres peloteros estrellas, pero los demás, con un enorme corazón en el terreno de juego, y eso, a veces, resulta más importante que una nómina costosa.
Los Yanquis, Dodgers y Bravos se vieron afectados por la suspensión de cinco días, debido a que fueron campeones divisionales y esperaron la ronda eliminatoria de comodines, lo que definitivamente afectó su rendimiento, si viene es cierto los Yanquis llegaron bastante lejos.
Para la temporada próximo estará en el tapete de las discusiones este sistema que puso de rodillas a tres grandes franquicias.