El reciente 26 de julio, se cumplieron los primeros 22 años del arribo de uno de los mexicanos más impactantes a la llamada Gran Carpa.
Los Diamondbacks de Arizona llamaron a sus filas a su mejor prospecto, el primera base mexicano Erubiel Durazo. El nativo de Hermosillo estaba destrozando al pitcheo de ligas menores. Erubiel Durazo era el primer jugador desde que empezó la era moderna de las Ligas Menores (1963), en calificar y batear .400 en una temporada completa en las ligas afiliadas y ha sido el único desde entonces.
El zurdo empezó la temporada en el equipo de El Paso, en la Texas League nivel AA. En 60 juegos en la liga Texana, Durazo conectó 91 hits en 226 turnos al bat, para un promedio de .403. El sonorense pegó 14 jonrones y produjo 55 carreras antes de ser subido de nivel.
Una vez que llegó a Tucson, en la Liga de la Costa del Pacífico AAA, el mexicano pegó 48 imparables en 118 turnos al bat para un promedio de .407, conectó 10 jonrones e impulsó 28 carreras. Cuando los Diamantes lo subieron al equipo grande para su debut, sus estadísticas acumuladas durante su primera temporada en el béisbol de Estados Unidos, eran un promedio de .404, 24 jonrones y 83 impulsadas.
Antes de Durazo, LaVel Freeman tenía el mejor promedio de bateo desde 1963, bateó para .395 en 1987 en clase AA con el Paso. Después del .404 del mexicano, quien más se ha acercado en una temporada completa, ha sido José Altuve en 2011, quien bateó para .389 entre los niveles A y AA con Lancaster y Corpus Christi respectivamente.
Lamentablemente, en Liga Mexicana del Pacífico, el ex grandes ligas jamás ganaría un concurso de simpatías, por su trato con la afición, sobre todo, aunque en el terreno de juego dejó plena constancia de su enorme calidad e incluso, cuando llegó en calidad de préstamos por una temporada a los Yaquis de Ciudad Obregón, con quienes vivió gran temporada.