13 Diciembre 2022 Escrito por  Hugo Vela R. EL VIGÍA

Un silencioso recuerdo

Saúl Villegas tiene el récord de dos Grand Slam en juegos consecutivos jugando para Sultanes de Monterrey; aquí está con el batboy Martín Martínez y Héctor Espino.

El toletero empalmense conocido como "El Silencioso" Villegas jugó para los Rieleros de su pueblo natal.
Clase de trabuco que estuvo en el estadio Estrellas Empalmenses; de pie se ven a Romeo Cadena, “Changarro” Urías, Saúl Villegas, “Pilo” Gaspar, “Burro” Hernández, “Ronnie” Camacho y Jesús “Zurdo” Robles. Hincados: David García, Andrés Tanaka, Alfredo Mariscal, Eladio Urías, Antonio Olea, César Gutiérrez y Agustín Enríquez.

Saúl Villegas Buelna tiene el récord en Liga Mexicana de Verano de pegar dos Grand Slam en días consecutivos con Sultanes de Monterrey
EMPALME, Son.- “Si a alguien respeté y admiré en el equipo Rielero de Empalme, fue a este señor Saúl Villegas, bateábamos siempre pegados en el line up y a mí me encantaba, sentía seguridad y fortaleza en mi accionar al tiempo de ir al bat, normalmente, él era nuestro cuarta vara’ y yo detrás, de quinto”, comienza Camacho Durán su relato en recuerdo de su amigo, compañero y paisano.


En el año de 1963, prosiguió, fue cuando los dos bateamos algunos jonrones y en las visitas a los demás parques de la Liga, tenían muy buenas asistencias, especialmente en el “Fernando M. Ortiz” de Hermosillo, el afamado cronista deportivo de los Naranjeros, Fausto Soto Silva, comentaba en sus trasmisiones por la DM la grande de Sonora: “No se pierdan la lucha de Espino contra Saúl y “Ronnie”, hay q’irrrr”.
“Las gradas eran insuficientes y les dábamos buen espectáculo, admiraban los jonrones del Superman por arriba de los árboles cubiertos de naranjas y salían contentos; de ese parque, guardo muy buenos recuerdos, ahí bateé mi jonrón 27 y lo que más me gustó, fue la reacción del público, se puso de pie y me tributó una gran ovación.
Al salir de la caseta saludé con mi brazo en alto y “El Silencioso” salió conmigo y me levantó el otro brazo, me extrañó, porque normalmente era un jugador extremadamente callado, “Gracias Saúl” le dije sonriendo y él me contestó: “De nada, te lo ganaste”.
Y lo que son las cosas, estando en el “Álvaro Obregón” contra los Yaquis ante muy buena entrada, perdíamos dos carreras contra uno, era la novena entrada última llamada, Dave Marshall batea un doble y la gente de Empalme que estaba en las gradas se alborotó al ver a “El Silencioso” caminar lentamente a la caja de bateo, Magallón el mánager entró a la loma y algo le dijo el pitcher, que movió la cabeza de un lado a otro.
“Qué, ¿quieres pasarlo? Es la del gane y atrás viene ‘El Ronnie’, los dos están muy carbones con el bat”.
Al primer lanzamiento bateó un largo jonrón entre izquierdo y central y nos fuimos arriba una carrera, la gente de Empalme, estaba feliz, coreando el nombre de Saúl, Saúl, Saúl, “anda carbón, sal y salúdalos”.
Salió y yo fui detrás de él y le levanté el brazo, “te lo ganaste”, le dije sonriendo; “te acordaste de Hermosillo, ¿no?
Así éramos él y yo, ganamos el juego. “‘El Silencioso’ Villegas, ‘habló’ anoche y nos ganó el juego, esos Rieleros son algo serio”; fue el comentario al otro día en la prensa.
Cuando llegaba a platicar con él en la caseta o en el hotel, “Fíjate ‘Ronnie’ que yo era lanzador, me llevó ‘Pisi’ Martínez a la Liga Norte con Magdalena y ahí me mantuvo, hasta que un día me metió de emergente y le gané el juego con un jonrón y de ahí en adelante me puso en primera base”.
“Si, algo sabía de eso, pero bueno, por algo se empieza y me da gusto que hayas seguido cosechando triunfos”.
Ese año del ‘63, la lucha jonroneril de la liga terminó hasta el último minuto del roll oficial, Espino 26, Saúl 25, la verdad sudaba de nervios cuando iba a batear, no es tan fácil, el saber que con un swing te pueden desbaratar lo bueno que hiciste todo el año, aquí en nuestro equipo, yo me presionaba más que Saúl, cuando caí en una mala racha estando en Mazatlán, esa serie, llevaba de 10 turnos 0 hits.
Lanzaba por los Venados, Ramón Arano en un gran invierno, vino a batear Saúl y le perdió el lanzamiento bien arriba de la barda del izquierdo; al llegar al jom, lo saludé, pues yo seguía a batear, de repente se me acercó el batboy, “Pájaro” Ibarra y me dice: Dice Saúl, que uses su bat, que está caliente, tómalo, aquí está.
Me sonreí y agarré el bat y con él me fui a batear, me trajeron a lanzarme a Francisco Maytorena, nuestro equipo ya ganaba con ese jonrón por una carrera y era el octavo inning.
Maytorena empezó a lanzarme muy fino, buscando las esquinas, hasta que llegó el lanzamiento cerca de mí y le hice swing y no me lo van a creer, saqué la bola por un lado del poste que es la prolongación de la línea de fairbol por el izquierdo, para un claro jonrón, llegando a plato.
Ahí, estaban todos felices y “El Silencioso” me dice, “Hay que seguir con el mismo bat, hasta que se parta en dos”.
Por eso, le guardaré siempre un lugar muy especial en mi memoria, un gran tipo y compañero, y solía decirle: Eres “La Mala” Torres bateando de derecho, el Inmortal, gran outfielder del Monterrey en los años de Oro del Beisbol Mexicano, así era también, hombre de pocas palabras, pero muy productivo.
Ángel Fernández cierto día comentó en su programa de Radio, “‘La Mala Torres’, habla nada más cuando va a comer”, lo dijo, porque no lo pudo entrevistar en el parque de beisbol.
Llegaron los Sultanes tumbando caña al “Ignacio Zaragoza” de Puebla, tendrían una serie de cuatro juegos que eran importantes, para los dos equipos, perseguíamos al México, que estaba punteando la liga por 3 juegos y 5, respectivamente.
Recuerdo que era el mes de mayo y el ambiente beisbolero seguía en nuestro parque con muy buena vibra, grandes asistencias y nosotros ganando y como era el Monterrey; ahí, venían Héctor Espino y Saúl Villegas en gran campaña jonronera, los dos estaban entre los primeros lugares de la liga en jonrones y carreras impulsadas.
En el primer juego, ganábamos 3 carreras contra una, lanzaba Miguel Sotelo, en el cuarto inning, “El Yaqui” Ríos batea sencillo, Vinicio es dominado en fly al short, Delís batea un doble y “El Yaqui” es parado en tercera, viene al bat Espino y Castaño ordena base intencional, para lanzarle a “El Silencioso” Villegas con tres en las bases, batea una línea muy fuerte que se lleva la barda por el izquierdo, jonrón de cuatro carreras, se van arriba 5-3.
Seguimos igual hasta el séptimo inning, lanzaba “El Guajiro” López de inicialista por los Sultanes, conservando la ventaja hasta el final, ponchando, además, a 13 de nuestro equipo.
Al siguiente día, lanza por nosotros “Jiqui” Moreno en gran campaña, en el primer inning, “El Yaqui” Ríos, de Guaymas, y Vinicio García abren con sencillos, Juan Delís batea un rolling lento entre primera y el pitcher, avanzan los corredores, sacamos out a Delís.
Nuestro mánager le da la base a Espino y Saúl Villegas les conecta jonrón a las gradas del central, en el sonido local anuncian que se acaba de empatar un record en la Liga Mexicana de dar jonrones en días consecutivos con las bases llenas.
Ese año el empalmense, “El Silencioso” Villegas impulsó 105 carreras y 24 jonrones, un gran año, cuando finalizó el juego ganado por el Monterrey, “Chabelo” Jiménez, el vocero informativo de los Sultanes, me entrevistó, “‘Ronnie’, que tal con tu paisano”, “Me siento muy contento de que lo ha hecho, bien por él y por nuestro pueblo y te diré una cosa, es una bendición el batear detrás de Espino”.
“Si verdad, a ti te pasó lo mismo, pero en Juegos de Estrellas”. “Por eso te comenté lo de Espino, eso nunca se olvida, correr esa clase de riesgos es difícil pensarlos, si te sale la estrategia, eres el mejor del mundo, pero si no, quedas mal parado como mánager”.
Recuerdo cuando nos estaban requiriendo de la Liga Invernal Veracruzana, me dice Saúl, “oye, como la vez, nos dan el doble del sueldo que aquí, mira Saúl, yo no me voy de aquí, mi compromiso es este”.
“Entonces, ¿no te vas?”, “claro que no, no sé tú; “yo tampoco, si tú no vas, yo no voy”.
Al principio de esta entrevista hablaba de las buenas asistencias en los parques de la liga, cuando los Rieleros jugaban fuera, en nuestra casa eran muy buenas entradas también, la gente iba a vernos batear jonrones a Saúl y a mí.
Recuerdo que Doña Agustina Buelna de Villegas y mi abuelita Pilar viuda de Camacho iban a diario a ver los juegos y Doña Pilar me regañaba cuando no bateaba y perdíamos, eran las más leales fanáticas del beisbol en Empalme, primero faltaban los umpires que ellas, hasta don Carlos Villegas Estrada, el papá de Saúl, iba a los juegos también y se emocionaban al grado de gritarnos, existía una extraordinaria pasión por el juego de pelota, era como una numerosa familia, que iba a divertirse y a vernos ganar… Nada como eso.

 

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