José Luis Shiguematzu, empresario de la tortilla en el municipio, dijo que esto es debido a que continúan subiendo el precio de los principales insumos para su fabricación, como recientemente anunciaron en la harina de maíz.
Informó que el impacto en la harina de maíz podría ser de 1,000 pesos más por tonelada, y esto a los comerciantes también los obliga a modificar sus precios al alza.
Pero además, de este insumo básico para la elaboración del tradicional alimento mexicano, también se elevan otros servicios fundamentales para continuar con el funcionamiento de una tortillería, como la energía eléctrica, el gas y la gasolina, por mencionar algunos, manifestó.
Sin embargo, señaló, el valor del kilogramo varía dependiendo de cada comerciante, pues en el caso de sus socios, hay quienes elaboran sus tortillas con productos de mejor calidad, por lo cual deben elevar sus precios para al menos obtener para su sostenimiento, pero sin utilidades; mientras que otros prefieren sacrificar la calidad, y mantenerse con precios bajos para tener ventas.
Desde hace tiempo atrás, las tortillerías enfrentan como uno de sus principales problemas la venta de tortillas “pirata”, lo cual representa una competencia desleal, debido a que esta práctica no debe enfrentar los gastos de los establecimientos formales, puntualizó