A pesar de que hubo un arreglo entre el Sindicato Nacional de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana y la empresa Ferromex, para que no hubiera restricción de contrato por motivo de las cámaras de video que se usan en las locomotoras, la empresa no ha respetado dicho acuerdo, por lo cual sigue violando los derechos del trabajador y los sigue corriendo.
Ariel López, representante de la rama de transportes del Stfrm, señaló que se estaban poniendo más cámaras, lo que contrapone a lo ante señalado sobre las locomotoras, ya que no llevan ni el más mínimo requisito de seguridad, esto es preocupante, ya que a la empresa lo que debe de importarles es la seguridad del trabajador, y por poner más cámaras no habrá problemas.
El representante sindical del Stfrm, en la sección 8, agregó que hay otras cosas más prioritarias que la empresa debe de tomar en cuenta, como lo es el de no contar con radios de comunicación, falta de extintores para incendios, baños sucios rebosados de excremento, desempañadores inservibles.
Asimismo, no se cuenta con APP (Equipo de Protección Personal), como son zapatos, uniformes, los cuales de acuerdo al Contrato Colectivo de Trabajo deben de entregárseles cada 6 meses, entre otras necesidades más, refirió.
Afirmó que en cuanto a radios de comunicación, cada garrotero de patio y camino debe de contar con este medio de comunicación, más sin embargo no se los dan, en el cual la empresa debe de proporcionar más de 40 radios, y ya van para un año que no se los dan, y esto es primordial para evitar accidentes posteriores.
Otra de las prestaciones que deben de tener es el de contar con instrumentos para poder calentar su respectivo lonch, y no los tienen, porque tienen que meterlos dentro de la máquina para poder calentarlos, más cuando en un promedio de 16 horas no descansan por los recorridos tan largos que hacen de a la estación desde su punto de llegada hasta el de partida.
Finalmente, criticó la cantidad de millones de pesos que Ferromex gasta en cámaras, así como en otras actividades que nada tienen que ver con la industria ferrocarrilera, en el cual exigen que esa inversión inútil que hace mejor le invierta en buen equipamiento para la labor de los trabajadores ferrocarrileros.