Armando, de 30 años de edad, dijo haber llegado en el tren procedente del sur, en compañía de dos personas que caminaron al primer cuadro de la ciudad, donde empezaron a solicitar dinero para comer, molestándose uno de los comerciantes.
Una vez que dialogaron con los dos detenidos se dirigieron a donde se encontraba él, informarles que andaba haciendo lo mismo, ya que tenían hambre; le solicitaron que pusiera la mochila en la tapadera de la caja, sin encontrarle armas.
Enseguida fue trasladado a las instalaciones de Seguridad Pública, en donde lo dejaron detenido de manera administrativa y a disposición de la superioridad, quien en su momento le aplicará la sanción a la que se hizo merecedor.
Se informó que estas personas conocidas como trampitas, es frecuente verlas por las diferentes calles, avenidas, callejones y colonias, solicitando dinero para subsistir.
En cuanto a los que se ven en el primer cuadro de la ciudad, se les solicita que se retiren como medida de prevención, por lo que se pueda registrar, accediendo de manera inmediata y solicitando disculpas.