Por falta de albergue, una niña puesta en resguardo por el DIF ha pasado su corta vida en un hospital.
Después de nacida el uno de abril, médicos detectaron metanfetamina en su sangre por lo que la fiscalía sonorense ordenó separarla de sus padres adictos.
Personal de pediatría del hospital general de Guaymas la llamaron Ana, aunque no ha sido registrada por omisión de la Sub Procuraduría de la Defensa de la Niña, el Niño los Adolescentes.
Por los cuidados de personal médico, la bebé superó problemas de salud provocados en el vientre de su madre por consumo de cristal.
Su padre no se hizo presente en el alumbramiento y su mamá se retiró para ya no volver por orden de la Unidad Investigadora.
Con el cierre del Rancho San Humberto y la saturación en otras casas hogares, Ana ha debido quedarse en cuneros de pediatría a la espera de un espacio en algún albergue de infantes.
El uno de junio cumplió dos meses y como si fueran su familia, enfermeras de todos los turnos le celebraron la vida a la criatura que goza de cabal salud.
Hasta este martes, directivos del hospital general desconocían el futuro de Ana porque la fiscalía no ha dado seguimiento al caso y el DIF de Empalme se ha mantenido al margen de la situación legal.
Con ropa donada en el hospital, la bebé seguirá separada de su familia hasta que autoridades concluyan indagatorias y encuentren un hogar seguro para su crecimiento