La abuelita de Thalía y de Laura Zapata, doña Eva Mange, murió ayer a los 104 años, confirmó su nieta, a través de su cuenta de Twitter.
Doña Eva nació el 21 de enero de 1918 en La Paz, Baja California Sur. Según reportes, su familia, que era numerosa, vivía en el popular barrio El Esterito.
Thalía también se sumó a informar a sus seguidores, a través de Instagram, en un mensaje con una imagen con una cruz y que se puede leer: "Lamentamos el sensible fallecimiento de doña Eva Mange Márquez. Comunicamos oficialmente la sensible despedida de nuestra amada abuela, hoy 24 de junio de 2022”.
¿Quién era Eva Mange, abuelita de Thalía?
Se sabe que toda su juventud la pasó en La Paz; incluso se casó en ese puerto donde nació su hija Yolanda Miranda Mange, mamá de Thalía y sus hermanas, en 1935.
Durante varias décadas, la vida de doña Yolanda transcurrió con tranquilidad, pero cuando su hija se casó en segundas nupcias con el doctor Ernesto Sodi Pallares, quedó a cargo de su nieta mayor, Laura Zapata, hija del empresario y deportista Guillermo Zapata Pérez.
La vida empezó a tomar tintes trágicos para doña Eva en septiembre de 2002, cuando secuestraron a sus nietas Laura y Ernestina. Laura estuvo en cautiverio durante 18 días y Ernestina, un mes y tres días.
Otra gran tragedia que vivió doña Eva Mange fue la muerte de su hija Yolanda ocurrida el 27 de mayo de 2011. El fallecimiento fue inesperado, causado por un derrame cerebral, el día en el que su hija Ernestina se casaría por segunda vez.
La boda de Ernestina y el político Mauricio Camps finalmente se celebró en la funeraria donde se velaban los restos de Yolanda Miranda. Eva Mange asistió al funeral de su propia hija, uno de los momentos más duros que le tocó vivir.
En sus últimos años, Eva Mange vivió en un asilo en Interlomas, en la CDMX y pese a estar ubicado en una de los zonas más exclusivas de la ciudad, recibió mala atención.
En febrero de 2021 Laura Zapata descubrió el deterioro en la salud de su abuelita, a quien se le diagnosticó un derrame pleural, además, de nueve úlceras en la piel conocidas como escaras decúbito, que se le presentaron por los malos cuidados que recibía en el asilo donde vivía.
Una vez que Eva Mange estuvo fuera del lugar, estuvo luchando por recuperarse de las heridas causadas por la negligencia del asilo. De hecho, a fines de abril del mismo año tuvo que ingresar al hospital después de que le habían bajado los niveles de sodio.
Descanse en paz Eva Mange a quien Laura Zapata en especial siempre la recordará con gran cariño: “Cuando yo era niña ella me rescató, me acompañó y ella me educó. Cuando yo necesité de ella, estuvo conmigo”, declaró hace tiempo.