Bajo el protocolo epidemiológico preventivo, el menor de edad atacado por un perro de la raza pitbull salió del hospital este jueves para permanecer bajo observación domiciliaria dos semanas, mientras que la dueña se ha negado a presentar al animal para que sea evaluado, pese a que atacó a otras dos personas.
A Cristofer de 11 años, con residencia en la colonia El Rastro le hicieron sutura de 28 puntadas en la cabeza y curaciones en el cuello, cara, manos, abdomen, piernas y pies tras ser mordido por un perro el miércoles.
Desde el IMSS Bienestar, la abuela del menor agradeció la atención del personal médico que lo recibió por la mañana del miércoles cuando ingresó en shock y sangrando por el incidente.
Contó que el pequeño presentó 21 marcas de mordedura en todo su cuerpo además de la lesión grande en la cabeza donde el animal clavó garras y quijada.
Dijo que su nieto está estable por lo que fue dado de alta el jueves para que convalezca en su casa como parte del protocolo preventivo contra la rabia.
Reveló que el perro no ha sido valorado porque la dueña, Machuy, se niega a entregarlo a pesar de que van tres personas con mordeduras.
Hace semanas lesionó a un albañil que tuvieron que hospitalizar también y a una muchacha, denunció.
Refirió que el perro estaba en la calle cuando el niño pasó por tortillas para después ir a la escuela y el animal se le fue encima.
Una vecina tuvo que soltar a sus perros para que distrajeran al pitbull y que soltara a mi hijo porque se le clavaron las quijadas no lo soltaba, describió.
Después del incidente, un motociclista testigo del hecho auxilió al menor de edad que fue trasladado al IMSS Bienestar.
Familiares del niño sostuvieron discusión con la dueña del perro por lo que se requirió la intervención de la policía municipal.
Este día también personal de epidemiología del sector salud acudirá al lugar del incidente para continuar con acciones preventivas