En el Día internacional Contra el maltrato infantil, a conmemorarse este próximo 12 de junio, nos revela el Frente Jurídico por los Derechos Humanos en Guaymas, que los menores de edad están siendo explotados pese a todas las garantías que los respaldan.
El Secretario General del Frente Jurídico de los Derechos Humanos en Guaymas, Luis Alonso Casillas Romo, revela que los derechos del niños se están violentando desde el seno familiar, siendo explotados en diversas modalidades, “no entiendo este comportamiento, porque perder un niño, es perder parte de la vida de uno mismo”, manifestó.
Lo más lamentable, mencionó, es que, los menores no tienen ideas de sus derechos y por ello no acuden a las instancias de defensa encargadas de hacer valer sus derechos como son el DIF y la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia.
Reveló que, en tres meses, se han registrado en la República mexicana 50 homicidios de menores, que consideró no puedan coincidir con la realidad, pues presume podría haber muchos casos que no se conocen, por lo que consideró importante hacer promoción a la línea de emergencia 911, en caso de que algún menor se sienta agredido o explotado laboralmente por parte de su padres o cualquier otra persona.
En el Frente Jurídico, indicó Casillas Romo, han llegado quejas de explotación laboral, sobre todo en los cruceros y los campos agrícolas, “desafortunadamente la pobreza atrae a las familias a los campos agrícolas y eso mismo los orilla a que pongan a trabajar a los niños, pero eso no debe permitirse, porque trabajan con químicos muy fuertes que pueden dañar su salud, además de que están cuartando sus derechos”, indicó.
Recordó que hace algunos años, se atacó esta problemática por parte de la CNDH desde el 2005, pero se han las visitas, sin embargo, a través de las redes sociales, es como se conoce la problemáticas que existen en los campos, donde los niños son explotados con jornadas laborales intensas por parte de sus padres, quienes dan el consentimiento a los empresarios para que éstos trabajen y perciban un salario, con el que complementan los gastos del hogar, que a decir verdad, pudieran no ser muchos porque algunos empresarios les proveen de educación alimentación y hospedaje.