Sus padres son de Chiapas, vinieron a trabajar al valle y aquí vivieron vida con un pequeño patrimonio en las casitas de la llamada extensión del poblado Morelos.
Si de por sí no tenían luz ni agua, ahora la familia se quedó sin camastros y sin la ropita de la bebé porque su casa es de las que más daño registró durante la lluvia.
Al subir el nivel del agua el sábado, los papás tomaron a la niña, una sillita y corrieron a refugiarse en la sala de juntas de La Atravesada que fue habilitada como albergue estos días de contingencia.
Ahí se quedaron incomunicados junto con otras 40 personas aproximadamente de la misma extensión que igual lo perdió todo.
La mayoría son de sur del país, hay una decena de niños, tres ancianos y mucha necesidad porque dejaron de trabajar porque no podían salir del pueblo.
A María le donaron ropa y pañales, pero se acaba rápido, sus papás esperan regresar este miércoles a su casa para limpiar y empezar de nuevo a hacerse de sus cosas a base de trabajo en la jornada.
Mientras la pequeña sobrevive en medio de la necesidad y el riesgo a la salud porque está entre humedad, mosquitos, calor y hambre.
La mamá de la niña dijo tener la esperanza de recibir ayuda del gobierno para tener más ropa y luz en su casa.
Además, necesitan ropa, alimentos, pañales y enseres domésticos
Las personas que desean ayudar pueden acercarse a la extensión ubicada atrás de la gasolinera de La Atravesada.