En este marco, se estima que en los próximos días a esta región llegarán más de ocho mil trabajadores, para comenzar con el nuevo ciclo que permite generar en plena temporada alrededor de 14 mil jornales y que contribuyen a reactivar la economía de esta zona.
De inicio, se comienza con la preparación de los suelos que fueros expuestos a fin de liberarlos de cualquier agente pernicioso y de cuya sanidad dependerá el futuro productivo de diversas variedades como chile, pepino, tomate y calabaza, entre otras.
Toda la producción es colocada de preferencia en el mercado de los Estados Unidos, sin descuidar el aspecto interno, pero la cotización peso-dólar hace más atractiva la comercialización en el mercado norteamericano.
Destacó Llano Zaragoza que una buena temporada dependerá de los factores climatológicos más que todo y de los vaivenes en el mercado, respecto a la demanda que en las dos últimas temporada se ha reducido drásticamente como consecuencia de la pandemia, pues las compras se han caído a grados alarmantes.
Indicó que de cualquier forma, esto es positivo, pues mejora sensiblemente la economía en los ejidos y comunidades de la región, con un efecto adicional positivo en los insumos de básicos para los trabajadores, así como adquisición de otros y que se refleja entre el comercio de la ciudad de Empalme, así como de caravanas de vendedores que se asientan en los campos los fines de semana.
El compromiso, desde hace muchos años, es traer a los jornaleros desde su lugar de origen y regresarlos en cuanto termina lo más fuerte de las cosechas, aunque muchos ya han adoptado la zona como su domicilio permanente.