Las razones de las bajas son diversas, unos por decisión propia al encontrar mejores oportunidades, otros por renuncia forzada y unos más por despido, el caso es que desde la primera semana de la instalación del Ayuntamiento se dieron movimientos en dependencias como obras públicas donde el primer titular duró dos días, luego vino el cese del jefe de infraestructura en medio de un escándalo por falta de confianza, lo mismo que pasó en la dirección del deporte donde el cambio fue obligado por un penoso incidente.

La renuncia de directores de catastro, cobranza, asuntos internos, seguridad pública, egresos, asuntos jurídicos, control urbano, ecología, acción cívica, secretaria particular, desarrollo económico y turístico, dirección del DIF, vendedores ambulantes, servicios públicos, Profeco, por mencionar algunas dependencias con más de un jefe en cuestión de meses, habla del dinamismo que es estilo muy particular de gobernar en este trienio en el que se ha dicho que quien no sirve se va.

En algún momento deberá llegar la estabilidad y mientras unos se van y otros llegan, lo que importa es que haya continuidad, que se queden quienes tienen experiencia, que se vayan los corruptos y se cumpla con las promesas de mejores obras y servicios para el municipio.