14 Febrero 2023 Escrito por  EL VIGIA

EL DEDO

Nicol Alejandra representa a una generación llena de ilusiones, retos y obstáculos.

Tiene once años, hija de mujer soltera trabajadora de maquilas, la pequeña no se conforma con una beca o apoyos que el gobierno pudiera darles y se ha convertido en toda una emprendedora con puestos ambulantes improvisados en los que ofrece desde fruta hasta golosinas.

El fin de semana pasado la estudiante de quinto año de primaria residente en Fátima llamó la atención por su gran sonrisa en la vendimia de sus muñecos de peluche a la altura del Simón, para lograr ese pequeño negocio, la niña invirtió lo que su mamá le da para ganarse muñecos en máquinas de tiendas de autoservicio, los adornó y creo arreglos alusivos al Día de San Valentín.

Esa iniciativa le devuelve la esperanza a la sociedad sobre una generación que crece con becas y ayuda del gobierno para todo, hasta para quienes ni estudian ni trabajan. Nicol demuestra que quiere salir adelante, que ayuda a su mamá como un acto de conciencia a pesar de su corta edad, como ella hay miles de niñas y niños a los cuales hay que motivar y sembrar en ellos la semilla de la perseverancia y la cultura del esfuerzo a fin de que aprendan a prepararse para destacar en la vida y no depender siempre de las dádivas de las autoridades.

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