Son veintitrés años los que transcurrieron después del último proceso y entonces ya existían por lo menos cuatro de las asociaciones civiles que hicieron crecer el problema sin ser parte de la solución salvo cuando hay ganancia de por medio como en trámites ficticios por los que cobraron y lo hacen todavía con miles de incautos.

Ya se ha dicho de la falsedad de las afiliaciones, que no dan derecho a nada, también que los falsos gestores no deben entrometerse en el proceso de regularización ni para promover la cita porque todo lo que hacen es corrupción y lleva ventaja para ellos.

El escándalo más reciente de las asociaciones pafas tiene que ver con la contratación de una aseguradora que promovieron entre los afiliados que protegía por daños a terceros con un cobro anual superior a lo que se pide en otras empresas.

Esta semana se supo que los ajustadores no responden, en algunos casos la póliza no está cubierta, en otros expiró y en unos más las compañías hacen caso omiso a sus clientes porque saben que no va a pasar nada pues estos líderes ni defienden ni protegen a la gente que les ha dado a ganar millones de pesos.

Y así cada acción de los coyotes es un engaño que se ha advertido hasta por las autoridades para evitar que haya más fraudes, lamentablemente, hay personas que deciden afiliarse para facilitar sus trámites sin considerar que van a pagar más por documentos apócrifos y que es más fácil acudir directamente con las aseguradoras y con el gobierno para regularizar los vehículos extranjeros a fin de tener certidumbre patrimonial.