Entre los dos municipios apenas se completan los 50 elementos para cuidar escuelas, hacer presencia en los principales cruceros y trabajar en los operativos diarios en ciudades con alta incidencia de choques y volcamientos dentro de la zona urbana.
La cifra contrasta con las iniciativas para consolidar lo que ahora es la Ley de Movilidad basada en la promoción de buenas prácticas en cuestión de vialidad para fortalecer las normas existentes de Tránsito. Entre los lineamientos se incluye la realización de campañas de concientización en planteles educativos y en empresas, sobre la importancia de conocer y respetar la Ley a fin de crear una cultura que permita reducir el número de percances en las calles, pero si no hay personal suficiente para cubrir los puntos más elementales, menos habrá para promover talleres o dar capacitación, ni siquiera para pláticas a infractores que es algo que también se debe hacer según las nuevas reglas.
Y en la vía pública es peor porque la falta de oficiales de Tránsito se refleja en desorden ya que una parte de conductores y peatones pasan por alto las normas como una mala costumbre que se incrementa por la ausencia de la autoridad que tendría que sancionar esas peligrosas y malas prácticas.
Según el gobierno no se ha contratado a personal nuevo porque no hay respuesta a la convocatoria de reclutamiento y ahí es donde el Cabildo de Guaymas y el de Empalme debe participar con un presupuesto que vaya de acuerdo a las necesidades de la comunidad, en este caso, se requiere de prestaciones más atractivas y mejores condiciones laborales para que pueda haber interés en incorporarse a las filas de Tránsito Municipal. Mientras el vacío de la autoridad se refleja en exceso de trabajo para los pocos uniformados que hay y en riesgo para circular por las calles donde existen muchas reglas, pero no hay personal para aplicarlas.