09 Marzo 2023 Escrito por  Armando Fuentes/Catón AGENCIA REFORMA

De política y cosas peores

CIUDAD DE MÉXICO.- Lo que en seguida voy a relatar no es cierto. Eso le otorga una gran actualidad, pues en el México de hoy lo que no es cierto conforma la realidad oficial, y es elemento de importancia en la diaria comparecencia del presidente.

He aquí el apócrifo relato. Una monjita norteamericana llegó a un hotel de la Ciudad de México. Vestía el hábito de su orden y llevaba en la mano un libro con frases en español para uso de turistas. Hojeó el manual y tras hallar la frase que buscaba le preguntó con marcado acento al encargado de la recepción: "¿Hay cuartos, señor?". Le respondió el empleado: "Sí". Hojeó nuevamente la reverenda el libro, y encontró la segunda pregunta que deseaba hacer: "¿Tiene cuartos de no fumar?". Contestó el otro: "Sí tenemos". Volvió de nuevo las páginas de su libro la sor, y leyó la pregunta correspondiente: "¿Cuánto cuesta la habitación?". Le informó el recepcionista: "600 dólares la noche". Hojeó afanosamente la hermanita su manual y leyó en seguida la expresión que necesitaba: "Ah chingao, ah chingao". Pienso que esa frase, denotativa de preocupación o alarma, la está diciendo López Obrador después del secuestro en Matamoros de los cuatro turistas norteamericanos y el asesinato de dos de ellos. El suceso ha originado una tensión en las relaciones entre México y los Estados Unidos sin precedente desde el homicidio de Enrique Camarena, agente de la DEA, bárbaramente torturado y muerto en 1985. La desgracia de aquellos cuatro infortunados visitantes consistió en venir al país equivocado en el sexenio equivocado, un sexenio en el cual el presidente de la República hostiga y vitupera a periodistas, jueces, académicos, funcionarios electorales, científicos, intelectuales, empresarios y ministros, entre otros, al tiempo que apapacha con actitud conciliatoria -"abrazos, no balazos"- a los delincuentes que agobian al país, saluda con deferencia a sus cercanos familiares y ordena la liberación de alguno ya aprehendido. Esa errada conducta ha hecho que los capos de la droga se engallen, es decir se ensoberbezcan, y que los diversos cárteles que actúan en el territorio nacional sean ahora como un estado dentro de otro estado. A la vista están los efectos de esa aberrante política, que llevan a muchos a decir que México está ya cerca de ser un narcopaís. Lo sucedido en Matamoros ha traído consigo una crisis internacional de graves proporciones. Para colmo, aquéllos a quienes correspondería atenderla, los secretarios de Relaciones Exteriores y de Gobernación, son hoy por hoy más corcholatas que secretarios. El presidente, ya lo sabemos, culpará de lo sucedido a Calderón y usará a modo de muleta -muletilla- lo de la soberanía nacional, mientras se complica el trato con el poderoso vecino al norte del río Bravo y crece la mala fama de México en el mundo. Digamos entonces nosotros también: "Ah chingao, ah chingao". Una larga fila se había formado frente al confesonario del padre Arsilio. Le dijo el sacristán: "Hoy tiene usted muchos clientes, señor cura". El buen sacerdote lo corrigió. "No digas 'clientes'. Se oye muy mal. Di 'penitentes'". Acotó el rapavelas: "Eso se oye peor". Uglina, la hija de don Crésido, le contó llorosa a Avidio, su prometido: "Mi papá se arruinó. Sus empresas quebraron; perdió todo el dinero y todas las propiedades que tenía". "¡Caramba! -exclamó el tal Avidio-. ¡Nunca pensé hasta dónde sería capaz de llegar tu padre con tal de impedir nuestro matrimonio!". Pepito se asomó por la cerradura de la puerta de la recámara de sus papás y le dijo a su hermanito más pequeño: "No sé exactamente qué es lo que están haciendo, pero parece que se están divirtiendo bastante". FIN.

MIRADOR
Por Armando Fuentes Aguirre
San Tolano es un santo del cual muy raras veces se oye hablar. Santiago de la Vorágine no lo cita en la Leyenda Dorada, ni lo mencionan en sus copiosas hagiografías Butler o fray Justo Pérez de Urbel.
Vivió en Alejandría, al parecer en el siglo tercero. Dejó la ciudad, a la que llamó "puerta del infierno", y se fue a vivir en una cueva del desierto.
Hasta allá lo fueron a buscar las tentaciones. Un hombre rico le dijo que le regalaría un palacio a cambio de que predicara sólo para él. Una hermosa mujer le ofreció las delicias de su cuerpo con tal de le quitara los tormentos de su alma. San Tolano resistió todas las tentaciones, incluso las que él mismo se inventó.
A los 103 años de edad se le acabó la vida al santo anacoreta. Sería hoy objeto de universal veneración de no ser porque cada año, en el aniversario de su muerte, se aparece en la gruta donde vivió y pregunta a los peregrinos que la visitan si saben dónde está la mujer que le ofreció las delicias de su cuerpo.
¡Hasta mañana!...

MANGANITAS
Por AFA
". Movimiento Ciudadano se retira de las elecciones en el Estado de México y en Coahuila.".
Se me ocurre un pensamiento
quizás algo aventurado:
el partido mencionado
tiene poco movimiento.

NOTA
La opinión del autor no es responsabilidad de esta Casa Editorial.

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