La enferma tiene un problema cardiaco detectado el año pasado que la ha llevado a ingresar a urgencias en más de una ocasión para ser canalizada con médico familiar, un trámite que se debe atender para acceder a estudios y especialistas, pero no.
La nueva política de la doctora Imelda Ramírez, directora del seguro es que no se de hoja médica para ninguna especialidad porque están saturadas y para tener cita se deben esperar meses, nada nuevo en una institución rebasada por el número de derechohabientes.
Lo que antes no pasaba es que los enfermos no puedan tener ni una prueba de laboratorio ni consulta con cardiólogo como el caso de María a quien le dijeron que cuando se sienta mal acuda al área de urgencias sin siquiera saber lo que tiene porque violan su derecho a recibir atención de especialista.
Con estas decisiones la doctora Imelda Ramírez ha ido demasiado lejos y está llevando el hospital que dirige a un caos nunca antes visto en un hospital con fallas ancestrales pero en el que al menos se podía esperar a tener una consulta especializada cada seis meses, ahora ni eso porque la doctora quiere tener números falsos para no exhibir la urgencia de contar con más personal en las áreas saturadas.
Y como el provecho del nuevo hospital va para largo, lo único que le queda a pacientes del seguro es el camino legal de ahí que varios afectados estén buscando asesoría jurídica para presentar quejas a derechos humanos y recursos en otras instancias legales para exigir atención médica de calidad, trato digno y el cese de la doctora que es la responsable del mal trato a los enfermos.