Y menos se entiende cómo tan tranquilamente descargan aguas residuales a la playa sin un extrañamiento del Gobierno Federal o siquiera de alguna agrupación ambientalista en tiempos en los que el cuidado al ecosistema es parte de acuerdos internacionales.
Y si no cuidan los recursos naturales difícilmente van a apurarse en contener los derrames de drenaje constantes en Villas de Miramar o Lomas de Miramar colonias donde los vecinos han visto inundadas las calles con olores fétidos y sufren riesgo de contraer enfermedades además de mermar su calidad de vida por el daño en las vialidades.
Este mes van tres veces que se colapsa el drenaje y la CEA hace reparaciones emergentes nunca definitivas así que el problema va a persistir en tanto no se realicen trabajos de calidad en esa zona y en todo Guaymas y es ahí donde viene la peor de las noticias: para resolver las deficiencias de la infraestructura hidrosanitaria se necesitan mil millones de pesos y no hay en estos momentos fondos ni presupuesto etiquetado o algún proyecto en el corto plazo para atender la grave problemática en este municipio y en Empalme.
Por tanto, por más que digan que la región va a avanzar mientras las aguas negras corran por las zonas turísticas, comerciales, por los barrios jamás se va a poder avanzar ni llegará el progreso a esta comunidad.