Porque eso fue lo que dejaron las administraciones de Sara Valle y Lorenzo De Cima, un desastre que no provocó la naturaleza sino la corrupción.

En obra pública, las calles están intransitables desde los principales bulevares hasta la periferia y caminos vecinales, pero es difícil emprender una inversión por la deuda heredada de años atrás que consume prácticamente todas las participaciones.

Además, los gobiernos del pasado dejaron sin equipo ni herramientas para trabajar en vialidades, pero engrosaron la nómina que debe pagarse y se ha hecho de manera cumplida. En Servicios Públicos, la herencia fue un problema legal y adeudo con Pasa, además de toneladas de basura en la calle que representaba un problema de contaminación y riesgo a la salud.

Eso fue hace apenas unos meses y todo lo resolvió con buen fin la Alcaldesa para asumir de manera directa la recolección de basura, aunque no había ni un carro recolector, fue necesario comprar equipo y contratar gente para que el servicio de limpia se prestara de manera regular como se hace hasta este día y eso es digno de reconocer.

En seguridad pública, la violencia lastima a la comunidad, pero no es un problema nuevo, al contrario, son las omisiones de gobiernos anteriores que crearon una grave crisis a lo largo de años y para resolverla se necesitará tiempo, más de lo que la ciudadanía puede aceptar, pero al menos existe la voluntad de hacer algo y no se pretende evadir el reto contra delincuencia.

Y el tema financiero con certeza es la herencia más preocupante porque el Ayuntamiento administra deuda no riqueza y tienen que actuar en base a prioridades, pero lo primero era poner orden y lo han hecho a través de controles en la mayor parte de las áreas administrativas y de cobranza para erradicar malas prácticas y no cometer los mismos errores de otros gobiernos.

Y apenas así con mucho cuidado, la administración ha podido salir de algunos problemas que debieron confrontar el primer año de gestión y es comprensible por el escenario adverso que recibieron.

Para el segundo año se espera que ya sea de entrega de obras ya iniciadas y de cumplir con proyectos que espera la ciudadanía en aras de abatir ese rezago que tanto ha indignado a guaymenses.