A diferencia de Guaymas, en la ciudad jardín por varios truenos se pospuso el ordenamiento dentro de las filas de seguridad pública por razones económicas, políticas y sociales para generar un conflicto jurídico que recibió el alcalde Luis Fuentes Aguilar y las mismas autoridades estatales.
La cifra es preocupante: más de la mitad de la corporación no cumple con lo dispuesto en la Ley de Seguridad Pública para portar uniforme.
Ya en el análisis detallado de los expedientes se advierte que los agentes preventivos que no cumplen con requisitos no es a causa de la falta de acreditación del examen de confianza sino que la mayoría no tiene certificado de preparatoria como los obliga la norma y en teoría tendrían que dejar sus cargos lo que dejaría a Empalme casi sin policías.
Por el problema que representa la intención del gobierno sonorense, la comisión de honor, promoción y justicia se dio a la tarea de promover alternativas para que los elementos policiales concluyan nivel medio superior con la proyección que para el mes de diciembre, entre 50 y 60 agentes activos estarán en trámite de certificado por parte de la SEP.
El trabajo de la comisión es bien intencionado porque se dirige a quienes ingresaron a la corporación cuando no era requisito tener la preparatoria terminada, además de que buscan evitar un problema social que significaría un despido prácticamente masivo.
El trabajo de la comisión ha sido apoyado por el presidente municipal hasta ahora y solo faltaría definir el destino de quienes no han acreditado el examen de confianza pero por lo pronto, tanto la presidencia del órgano de justicia como la primera autoridad frenaron el proceso de remoción que impulsa el gobierno de Sonora.
Falta determinar las acciones necesarias para cumplir con todos los requisitos de Ley y que ese esfuerzo represente beneficio para Empalme en la prevención del delito.