La problemática no es nueva, desde el inicio del ciclo escolar se planteó la inconformidad por la falta de maestros a lo que se ha sumado una serie de incidentes que van desde riñas entre alumnado, reportes por presencia de armas blancas y cigarros electrónicos dentro del plantel, inquietud por el regreso de un docente con denuncia de acoso sexual y otros eventos que son señalados en un documento entregado a autoridades escolares. De todo eso, la directora tiene conocimiento y minimiza la molestia de madres de familia cuando su responsabilidad es mantener el plantel en orden y disipar la preocupación de mamás que han acudido varias veces y a todas las instancias con la intención de resolver lo que dicen ocurre en la secundaria con más población en Guaymas. Hasta ahora no hay quien escuche a las inconformes y menos existe una figura que ponga orden y busque conciliar criterios con el grupo de inconformes por eso piensan pedir el apoyo de directivos de la SEC en la capital de Sonora en búsqueda de soluciones. A reserva de que se investiguen a fondo las denuncias, el movimiento de madres de familia tuvo que ser atendido desde el primer momento en que alzaron la voz porque se trata de una preocupación verdadera y del interés de tener un plantel seguro, pero lamentablemente no hay quien asuma el liderazgo para trabajar en las mejoras que solicitan las personas que ahora deben tocar puertas fuera de la ciudad. Por el bien de los casi mil 400 estudiantes de la secundaria de Guaymas Norte, tanto la directora como la supervisora de zona tienen que retomar el diálogo con las mamás para organizarse y encontrar soluciones juntos a los problemas que han impedido mejorar la calidad educativa en el plantel.