Desde joven me tocó conocer y admirar la intensa lucha de Rosario Ibarra de Piedra en la búsqueda de su hijo desaparecido, por “el sistema” decía, lamentablemente la activista social gran parte de su vida la pasó en esa lucha sin lograr encontrarlo y así murió.
La lucha de esta mujer ocurrió luego de que, en 1974, su hijo Jesús Piedra Ibarra, entonces de 19 años, fue detenido, al parecer, ilegalmente por policías de Monterrey y lo entregaron al Ejército porque supuestamente pertenecía a la Liga 23 de Septiembre, una agrupación señalada de comunista.
En ese entonces, la desesperada madre de familia inicio su viacrucis buscándolo y era un tiempo en el que el Estado tenía dominado todo, y aun así demostró que tenía muy bien fajadas las faldas y no tuvo miedo a las consecuencias.
Se dedicó a aglutinar a familias que estaban en iguales condiciones que ella buscando a sus desaparecidos, realizó huelgas de hambre, enfrentó completamente al aparato gubernamental tras fundar la agrupación Eureka, e incluso logró que durante el sexenio de José López Portillo se promulgara una Ley de Amnistía para presos políticos.
Fue una lucha que duró el resto de su vida buscando a su hijo desaparecido y a los miembros de otras familias, siempre enfrentando al sistema, a quienes están en el Poder y se aprovechan de ello…
Fue una mujer íntegra, valiente, quien seguramente se volvería a morir al ver el triste papel de su hija Rosario Piedra Ibarra, flamante titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que además de violentar la Constitución Mexicana al intervenir en asuntos electorales, lo que no le corresponde al organismo, busca quitarle aco tar al INE.
Doña Rosario Ibarra fue una de las impulsoras de la ciudadanización de los organismos electorales, porque sabía la importancia de la participación social en la elección de autoridades y ahora su hija, violenta la Ley para defender lo indefendible… Da pena ajena…
Guaymas sigue calentándose y parece que no hay quien ponga orden
Vaya que se ha calentado la plaza en Guaymas, en donde parece que le está disputado a Cajeme el primer lugar como el municipio más violento del país, ya que los últimos días los residentes no sienten lo duro sino lo tupido.
Además, a nivel nacional trascendió que el sábado fue baleado el auto del hijo de una diputada federal, quien por suerte resultó ileso, curiosamente un día antes había pernoctado en San Carlos, el presidente Andrés Manuel López Obrador y durante el día estuvo en las comunidades yaqui del mismo municipio.
Esto es, como lo señalábamos en la entrega anterior a los delincuentes no les importa quien está ni que haya más efectivos policíacos, ellos siguen con su agenda llueve, truene o relampaguee, como decía Fausto Soto Silva, que para los jóvenes –que no lo conocieron- era una institución en el periodismo radiofónico.
Y mientras eso pasa a las autoridades les preocupa más desestimar la magnitud de los hechos, cuando lo importante es atacar la inseguridad, más allá de que si se trata de percepción o realidad… Lo cierto es que el domingo ejecutaron a tres y balearon a otro y ayer lunes la cifra fue similar en el número de muertos y quien sabe cuántos serán mañana.
Lo mismo pasa en Empalme, en donde no cantan mal las rancheras al igual que en Caborca en donde el pasado domingo sujetos armados que protagonizaron una persecución y choque despojaron de su teléfono celular a una reportera que cubría el hecho… La verdad muy lamentable situación …
Correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.