Ayer finalmente después de un largo y por demás complicado proceso legal el juez emitió resolución que, si bien no sorprendió a seres queridos de la trabajadora de educación asesinada el 18 de marzo, sí devuelve la confianza en las instituciones de seguridad porque el caso estuvo plagado de irregularidades.

Desde la desaparición de Andrea aquel 18 de marzo por la noche en la calle 25 de Guaymas, la familia sufrió golpe tras golpe en un viacrucis que no termina cuando ha transcurrido un año y siete meses del asesinato.

Primero el reporte de desaparición fue tomado con bastante calma por autoridades a pesar de que Heriberto era señalado desde entonces de tener responsabilidad. El ahora enjuiciado permaneció libre durante dos semanas en las que familiares y amigos realizaron manifestaciones diarias en la avenida Serdán y frente a la sede de la Fiscalía que hasta el uno de abril dio cuenta de la detención.

La primera etapa del proceso fue tensa, con un juez complaciente con el imputado a tal grado de concluir ese período y dilatar el juicio durante 12 meses porque desde octubre de 2021 se podía haber programado lo que apenas ocurrió ayer. Se tuvo que cambiar de juez para que los deudos de Andrea Carolina volvieran a tener confianza y ayer, por fin, se dio una declaratoria de culpabilidad por feminicidio y aunque la lectura de la sentencia será en los próximos días, con seguridad Heriberto pasará el resto de su vida en prisión.

Tarde, pero la justicia por fin llegó en un caso doloroso que deja grandes lecciones al sistema de seguridad y en general a la sociedad que hizo suyo el sufrimiento de una familia destrozada por el asesinato de Andrea que hoy por fin va a descansar en paz.