Delicias donde hasta hace muy poco el índice delictivo se mantenía en bajos niveles y de pronto se enrareció por homicidios dolosos, balaceras y eventos violentos de ahí que autoridades militares dispusieran de un operativo constante con presencia en las calles, recorridos en vehículos de la Sedena y rondines a pie.

Por eso sorprendió la privación ilegal de la libertad de Humberto Alejandro Rodríguez Romandía, de 63 años, hijo del comerciante conocido como Beto Deportes, toda una figura en el sector productivo de Guaymas que dejó huella por su labor y trato amable por décadas en su local del centro de la ciudad.

La familia es como cualquiera del puerto, trabajos comunes y una vida regular sin lujos ni problemas con autoridad por eso precisamente el gobierno inició un impresionante operativo de búsqueda en esta región y para todos es importante que la víctima sea localizada con bien y que las autoridades esclarezcan el caso.

Lo que no se puede aceptar es la prepotencia con la que se condujeron algunos uniformados al realizar operativos en comercios y en las calles, como en el centro donde con lujo de violencia interceptaron a dos conductores para una revisión de rutina sin que las personas dieran motivo de sospecha.

O en un gimnasio de la Calzada, lugar al cual llegaron autoridades para cerrar accesos, irrumpir sin orden judicial y faltar a los principios básicos de responsabilidad hacia la ciudadanía. Se entiende su labor y la urgencia del caso, pero no se puede aceptar faltas de respeto ni que se atemorice a gente que no tiene conflictos con la Ley y está dispuesta a colaborar en un marco de orden sin atropellos.

Vale más que el gobierno siga con su misión y que se mantenga en las calles como lo ha hecho en las últimas semanas para perseguir a delincuentes y procurar la paz y seguridad de las familias que tienen derecho a circular por la ciudad con tranquilidad.